Colombia de fiesta con su primera santa (Fotos y Video)

Colombia de fiesta con su primera santa (Fotos y Video)

Colombia se despertó el domingo de fiesta luego de que el papa Francisco canonizó en el Vaticano a la religiosa Laura Montoya Upegui, la primera santa colombiana de la historia.

“Es una maravilla de noticia. Ya era hora de que en Colombia tuviéramos una santa”, aseguró Alvaro Lozano, de 45 años y taxista de profesión.

“No pude ver (por televisión) la transmisión (desde Roma), pero por radio he estado muy pendiente de todo”, agregó.





En el barrio Belencito de la ciudad de Medellín, donde vivió la madre Laura, hubo una verdadera fiesta, según comentó telefónicamente a The Associated Press la también religiosa Zurama Ortiz.

“Primero, desde las ocho hasta la doce de la noche (del sábado), hubo una vigilia de oración… Luego, desde las 2 y 30 de la mañana (del domingo), nos concentramos en la transmisión de televisión” desde Roma, agregó la hermana Ortiz, quien pertenece a la comunidad fundada hace casi un siglo por la madre Laura.

Contó que “había muchísima gente en la iglesia de Belencito, la gente no cabía y en el parque (del barrio) también porque instalaron una pantalla gigante para que la gente viera la transmisión”, agregó la religiosa Ortiz, quien destacó la emoción de la gente cuando el sumo pontífice mencionó el nombre de Santa Laura de Santa Catalina de Siena Montoya y Upegui.

“Para Colombia, tener una santa, es tener un modelo”, añadió la monja, una de las 860 “lauritas” que se calcula están en 21 países del mundo, de las cuales unas 400 trabajan en Colombia.

“Esto es una maravilla”, exclamó telefónicamente la también religiosa Fidelia Ospina. “Nuestra fundadora ya es santa, ya está en los altares”, agregó Ospina, quien dijo que constantemente le pide a santa Laura por la paz del país.

En tanto, otro taxista, José Parra, de 47 años, hizo hincapié en que “no todas pueden ser malas noticias para Colombia; esto de la madre Laura es un orgullo para el país”.

Para Lina Ocampo, quien se dedica a la venta de comida típica del departamento de Antioquia, de donde es oriunda santa Laura, “la noticia (de la canonización) nos tiene muy contentos a todos en la familia sobre todo porque mi abuelita era de Jericó”, el municipio donde el 26 de mayo de 1874 nació la madre Maura.

Diego Ríos, secretario de gobierno de Jericó, a unos 230 kilómetros al noroeste de Bogotá, comentó telefónicamente que su localidad vivió el sábado una verdadera fiesta “y hoy (domingo) también seguimos de fiesta”.

Según Ríos, unos 5.000 turistas visitaron la víspera Jericó, aunque reconoció que habían estimado un mayor número de visitantes.

“Para nosotros (los habitantes de Jericó) esto ha significado una cosa cercana a lo sublime. Lo que vivimos… fue muy hermoso”, agregó Ríos en conversación telefónica.

También reportó para la AP desde Jericó Heberth Moncada, quien coincidió con Ríos en que “hubo muy poquita gente” en la localidad para la canonización de la pobladora más ilustre de toda la historia.

“La plaza estuvo muy vacía… El show principal fue la llegada del ex presidente (Alvaro) Uribe (2002-2010). Hubo una romería inmensa detrás de él, entró a la catedral y la catedral se llenó”, aseguró Moncada, de 38 años y quien en Jericó es propietario de una papelería.

A la entrada de la Iglesia Cristo Rey, en el norte de Bogotá, Sandra Bolívar también expresó su satisfacción por la buena nueva. “Ya tenemos santa propia”, dijo la mujer de 47 años.

A pocos metros de la mencionada iglesia, Ana Liberato, una vendedora de aguacates, sostuvo que “es un honor que haya una santa colombiana”.

La delegación colombiana al Vaticano fue encabeza por el presidente Juan Manuel Santos. “Este día de hoy es un día que no se nos va a olvidar nunca, un día histórico”, sostuvo el mandatario a medios colombianos desde la Santa Sede.

La madre Laura, según el jefe de Estado, “es una santa que la necesitamos por sus instrucciones, por su pensamiento, por su legado”. En concepto del gobernante, la canonización de la religiosa colombiana “es un acontecimiento que nos honra a todos”.

El presidente dijo que el lunes sostendrá un encuentro privado con el papa Francisco.

Santos regresará al país el lunes y el martes viajará a Jericó para visitar la localidad natal de la nueva santa.

Huérfana de padre a los dos años, la hoy santa colombiana, sus dos hermanos y su madre Dolores Upegui se trasladaron a Medellín, capital de Antioquia, donde a los 16 años Laura empezó a estudiar para ser maestra, según su biografía oficial en la página del Vaticano.

En 1914, con el apoyo de la iglesia de Antioquia, fundó la congregación de las Misioneras de María Inmaculada y Santa Catalina de Sena y con cinco compañeras y su madre Dolores emprendió un viaje hacia Dabeiba, en el norte de Antioquia, donde desarrolló su labor de catequesis y atención a los más pobres e indígenas como misionera.

Su devoción por los más necesitados comenzó a ser reconocida, tanto como su labor por impulsar el trabajo de mujeres misioneras en medio de la tupida selva que en aquellos años cubría esa región colombiana. La madre Laura murió a los 75 años en Medellín, el 21 de octubre de 1949.

Para entonces su congregación de misioneras trabajaba ya en 90 casas distribuidas en tres países, con un total de 467 religiosas.

La madre Laura está sepultada en una cripta en el barrio Belencito, una de las barriadas más pobres y deprimidas de Medellín.

Otros ocho religiosos colombianos también están camino a los altares luego de que el papa Juan Pablo II los elevara a la dignidad de beatos, según el periódico El Catolicismo, de la Arquidiócesis de Bogotá.

Siete de ellos, de la Orden Hospitalaria y beatificados en 1992, fueron asesinados en Barcelona en agosto de 1936 durante la Guerra Civil Española: Luis Arturo Ayala Niño, Esteban Maya Gutiérrez, Rubén de Jesús López Aguilar, Ramón Ramírez Zuluaga, Juan Bautista Velásquez Peláez, Gaspar Páez Perdomo y Eugenio Ramírez Salazar.

El otro beato colombiano es el sacerdote Mariano de Jesús Eusse Hoyos, conocido como “el padre Marianito”, quien fue beatificado en el año 2000.

El camino de la madre Laura a los altares comenzó en la década de 1960 de la mano de religiosos de Medellín y fue impulsado a lo largo de décadas hasta que Juan Pablo II la declaró beata en abril de 2004.

Pero el momento clave para llegar a la santidad fue la curación de un médico de Medellín en 2005, una sanación considerada “un milagro”, requisito indispensable para que la Iglesia Católica proclame la santidad de alguien.

“Lo importante es que se sella de manera espontánea frente a gran cantidad de situaciones adversas, en otras palabras: se cerró a pesar de la infección”, narró Carlos Eduardo Restrepo, médico anestesiólogo de 42 años quien sufría una perforación de un centímetro de diámetro en el esófago, entre otras dolencias, cuando en enero de 2013 le rezó y pidió ayuda a la madre Laura desde su cama en un hospital de Medellín.

“Es un tejido que se cierra muy difícilmente y menos cuando hay esas situaciones tan agravantes que yo tenía” con lupus y poliomielitis, añadió Restrepo en entrevista telefónica. Luego de rezarle a la madre Laura la fiebre y el dolor comenzaron a disminuir y en dos meses consiguió salir del hospital tras nueve meses de incapacidad, agregó.

Restrepo estuvo el domingo en el Vaticano en la canonización de la madre Laura.

En 2008 Restrepo viajó a la Santa Sede, donde fue entrevistado por médicos y presentó todos sus exámenes. En junio de 2012 se concluyó que su curación había sido un milagro, que no había explicaciones médicas para aquella sanación, según ha dicho.

AP

Fotos AP

Video AFP