“Lo ví desde mi balcón en medio de gritos de la gente. A la dueña de este carro, se le pusieron encima, por todas las puertas como si fueran hienas devorando la presa…uno de los motorizados se montó en el capó y con el casco le rompió el parabrisas con gran ensañamiento. La señora retrocede y prosigue el ataque. previamente se bajaron varios a enfrentar a los empleados de una cauchera de la zona. Uno de ellos estaba armado y sacó la pistola en posición amenazante. Y momentos antes, se le montaron a un conductor por todas sus puertas y proceder a desvalijarlo. Gracias a Dios que no le hicieron nada y pudo irse con su carro. mientras, trepaban por las aceras y las cosas que desechaban del atraco al suelo los motorizados, lo recogían los conductores del cortejo fúnebre. Esto es una tragedia”.
Luis Pimentel
Con información de NoticieroDigital