El caos por los alimentos

El caos por los alimentos

A las 11:00 de la mañana los ánimos estaban caldeados. El orden se había perdido. Los gritos “¡Ese no hizo la cola!”, “¡no los dejen pasar!”, el calor, y los empujones hizo vociferar a más de uno cuanta molestia sentía. Así estuvo la entrada del Abasto Bicentenario de Alta Vista, en el Centro Comercial Zulia, este sábado. correodelcaroni.com

(Foto Archivo)

Con banquitos en mano, hubo quienes estuvieron a las afueras del comercio desde la 1:00 de la madrugada. Poco a poco se fueron añadiendo más. “Ya nosotros sabemos que en el Abasto Bicentenario todos los fines de semana venden artículos de primera necesidad”, fue la premisa argumentada por Carlos Pérez, quien llegó a las 4:00 de la mañana.

Cuatro horas más tarde la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) asignó tickets para pretender tener un mejor orden de entrada en el establecimiento. Una vez abierto el abasto, entraron los clientes. A medida de que transcurría la mañana llegaron más personas. Se armaron tres colas: aquellos con ticket, tercera edad, y los que habían llegado de último.





Sin embargo la situación se volvió caótica desde las 10:00. La afluencia de compradores se hizo cada vez más numerosa, y surgieron los problemas entre quienes exigían sus derechos y aquellos que pretendían colearse.

Se había perdido la preferencia por edad y condición, así que personas de la tercera edad y madres con niños en brazos se abrían paso como fuera entre las más de 500 personas. Hubo quienes les permitieron adelantarse, por consideración, mientras que otros defendieron su puesto. La GNB, en la puerta del abasto, y con actitud defensiva, exigía que se mantuviera el orden.

Con insultos y gritos, los consumidores pedían respeto y una mejor coordinación.

Esta situación suele presentarse cada fin de semana en las inmediaciones del Abasto Bicentenario. A pesar de las denuncias de atropellos que con regularidad hacen los clientes, la incomodidad es mayor, así como la desaprobación por el desabastecimiento y lo que para muchos es considerado como una falta de respeto a la dignidad humana.

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