El COI hace que algunos países mantengan esperanzas

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La Comisión de Evaluación del Comité Olímpico Internacional (COI)  cree que Madrid, Tokio y Estambul podrían ser sede de los Juegos de 2020, aunque “los riesgos asociados a cada proyecto son diferentes”, según el informe hecho público hoy, en el que no califica con notas a las ciudades que esperan el 7 de septiembre para ser la elegida, EFE.

El informe ha querido hacer “una valoración precisa, objetiva y justa”, de las tres finalistas, según el británico Cragi Reedie, presidente de la Comisión, que entiende que Madrid afronta “un grado de riesgo financiero que debería ser manejable en siete años en el contexto de la economía española”.

El informe subraya que Madrid “ha proporcionado todas las garantías financieras”, que “se beneficia de una sustancial inversión previa en infraestructuras y requiere una inversión mínima adicional” y que “la economía española debe ser capaz de soportar el desarrollo de los Juegos”.





En el apartado de sedes, la comisión considera que “Madrid presenta un proyecto muy compacto” y cree que el uso de lugares emblemáticos del centro de la ciudad como Las Ventas (baloncesto) y el parque del Retiro (voley playa) daría “un importante atractivo” a los Juegos, aunque su transformación en sedes olímpicas “implicaría retos”.

Sobre uno de los asuntos que más ha preocupado a los responsables de la candidatura, el informe, redactado antes de que el Congreso aprobase la Ley Antidopaje, refleja el compromiso del Gobierno español para adoptar su legislación al Código de la Agencia Mundial.

Respecto a la seguridad, el COI afirma que “la estructura de mando está clara” y los planes son “sensatos, particularmente dado el número de personal propuesto”.

Recuerda que “la organización nacionalista y separatista vasca ETA ha sido responsable de numerosos ataques en y cerca de Madrid durante muchas décadas” pero que “en noviembre de 2012 se informó de que el grupo estaba listo para ‘un cese definitivo’ de sus operaciones”.

La candidatura de Tokio es elogiada en el informe de la Comisión por su plan “compacto” de instalaciones, por su “excelente” red de transporte y por su apuesta por el centro urbano, aunque esto suponga algún “desafío operativo”.

El elevado precio de los hoteles es una de las objeciones que los evaluadores del COI ponen al proyecto tokiota, cuyo mapa de sedes, dividido en dos zonas principales, es “compacto”, con un 85% de las instalaciones en un radio de 8 kms. desde las Villa Olímpica.

De las 36 sedes previstas, aún se deben construir once, entre ellas el nuevo Estadio Olímpico, aunque la Comisión cree que se acabarán a tiempo, pese al “significativo” programa.

Las sedes en pleno centro de la ciudad para boxeo, tenis de mesa y judo presentan “desafíos operativos” por el poco espacio libre que tienen a su alrededor.

En cuanto a la candidatura de Estambul, el COI cree que ha hecho unos cálculos demasiado “optimistas” de las distancias entre las sedes de competición, repartidas por cuatro zonas de la ciudad.

El informe elogia la enorme evolución de la red de transporte de Estambul en los últimos años, así como las numerosas infraestructuras que se inaugurarán en años venideros, aunque insiste en que para calcular el tiempo de traslado entre las sedes se ha empleado una velocidad media “algo optimista” de 60 kms/h.

El 70 % de las sedes necesitarían ser construidas “y en algunos casos se requieren obras previas a las construcción”.

No le ha gustado a la Comisión que Estambul proponga “un recinto NOC” complementario a la Villa Olímpica, con 1.200 habitaciones en ocho hoteles “para alojamiento adicional de atletas y oficiales”. Los evaluadores recuerdan que no se debe financiar alojamiento extra para los participantes autorizados a dormir en la Villa.

La ciudad turca cumple sobradamente con las plazas hoteleras necesarias, pero la Comisión lamenta que las tarifas no se vayan a conocer hasta dos años y medio antes de los Juegos, porque esto podría derivar en precios superiores a los estimados.

El informe no hace referencia a las recientes revueltas populares en Turquía, pero sí a las pasadas actividades del PKK kurdo (“los líderes han hecho una llamada al desarme, lo que representaría una mejora sustancial de la seguridad nacional) y al conflicto bélico en la fronteriza Siria, aunque los problemas derivados de la entrada masiva de refugiados se encontrarían “más en el sureste del país”.