Miles de partidarios de Mursi se manifiestan en Egipto

Miles de partidarios del presidente derrocado Mohamed Mursi se manifestaban este viernes en Egipto, denunciando el golpe de Estado del miércoles y la ola de arrestos contra los dirigentes de su movimiento, los Hermanos Musulmanes.

(foto AFP)

Las manifestaciones tenían lugar después del rezo tradicional musulmán de los viernes, tanto en El Cairo como en el resto del país.

“Que Dios traiga de vuelta a Mursi al poder” y “ponga fin a la ruptura entre nosotros y el ejército”, dijo a los fieles el imán de la mezquita de Rabaa al Adauiya.





Reagrupadas en un nuevo Frente Nacional de Defensa de la Legitimidad, las principales fuerzas islamistas del país convocaron a los partidarios del presidente derrocado a una manifestación masiva y “pacífica” para rechazar el “golpe de Estado militar”.

Dos días después de destituir al primer presidente elegido democráticamente hace un año, el ejército pidió rechazar la “venganza” e hizo un llamamiento a la “reconciliación nacional” en un país profundamente dividido entre partidarios y detractores de Mursi.

El ministerio de Interior advirtió que respondería con “firmeza” a posibles disturbios y desplegó tanques blindados en la capital, que también sobrevolaban aviones militares. Las Fuerzas Armadas, que también suspendieron la Constitución, afirmaron sin embargo que “las concentraciones pacíficas y la libertad de expresión son derechos garantizados para todos”.

En este contexto, las fuerzas opuestas a Mursi lanzaron este viernes un llamado “urgente” a manifestarse masivamente para contrarrestar las manifestaciones favorables al presidente derrocado.

“El Frente de Salvación Nacional (FSN) lanza un llamado urgente a movilizarse en todas las plazas de Egipto en apoyo a la revolución del 30 de junio”, indicó el FSN, en referencia a la fecha en que comenzaron las manifestaciones masivas que desembocaron en el derrocamiento de Mursi.

Horas antes, islamistas armados habían atacado una posición militar en la península del Sinaí, un incidente en el que murió un soldado. Tras ello, Egipto cerró el paso de Rafah, en la frontera con la franja de Gaza.

En el plano diplomático, Estados Unidos pidió a las autoridades que no lleven a cabo “arrestos arbitrarios” contra los partidarios de Mursi, que sigue bajo custodia del ejército, y la Unión Africana (UA) suspendió este viernes la participación de Egipto, como suele hacer con cualquier país miembro donde se produzca un “cambio inconstitucional de poder”.

La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, también expresó este viernes su preocupación por los arrestos masivos de personalidades clave de los Hermanos Musulmanes en Egipto e instó a todas las partes a respetar las libertades fundamentales.

Por su parte, el fiscal general de Egipto anunció este lunes que va a dimitir, varios días después de reincorporarse a su puesto, aludiendo a posibles conflictos de intereses en las futuras instrucciones de casos judiciales. Abdel Meguid Mahmud, nombrado durante la presidencia de Hosni Mubarak y depuesto en noviembre de 2012 por Mursi, se había reincorporado esta semana a su puesto tras una decisión judicial.

Los Hermanos Musulmanes pidieron calma a sus partidarios, a pesar de haber denunciado en un comunicado “el terror del Estado policial que arrestó a figuras de la cofradía y del partido” y “un golpe de Estado militar contra la legitimidad (de Mursi)”.

La situación hace temer nuevos enfrentamientos con las fuerzas de seguridad o con grupos de manifestantes opuestos a Mursi.

Los enfrentamientos entre partidarios y detractores de Mursi o con las fuerzas de seguridad dejaron más de 50 muertos en Egipto desde que comenzaron las manifestaciones, el 26 de junio.

El miércoles, cuando expiró un ultimátum de 48 horas, las Fuerzas Armadas designaron al presidente del Tribunal Constitucional, Adli Mansur, como dirigente interino del país, hasta que se organicen elecciones presidenciales y legislativas.

El derrocamiento de Mursi fue anunciado por su ministro de Defensa, el general Abdel Fatah Al Sisi. El presidente fue luego detenido y trasladado al ministerio de Defensa.

Un alto responsable militar confirmó su detención “de manera preventiva”, dando a entender que podría abrirse una causa contra él.

También fue detenido el guía supremo de los Hermanos Musulmanes, Mohamed Badie, por “incitación al asesinato de manifestantes”.

El golpe de Estado abre el camino a una delicada transición en Egipto, el país árabe más poblado del mundo, que ya estuvo dirigido por el ejército durante 16 meses tras la revuelta popular contra Mubarak. AFP