La farmacovigilancia es una aliada para mejorar la salud pública

La farmacovigilancia es una aliada para mejorar la salud pública

Para algunos es un proceso, para otros es toda una ciencia, lo cierto es que a través de la farmacovigilancia se descubren, analizan, entienden y previenen las reacciones adversas  a los medicamentos (RAMs) que no fueron identificadas antes de su comercialización, así como las ya conocidas y descritas para cada medicamento.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), no hay medicamentos exentos de riesgos y los efectos inesperados y perjudiciales de estos figuran entre las diez causas principales de muerte en el mundo. Además, según este organismo, se calcula que los costos asociados a los efectos secundarios producidos por los fármacos sobrepasan los gastos por hospitalización, cirugía y pérdida de productividad, lo que convierte a la farmacovigilancia en una aliada poderosa para mejorar la salud pública. Por esta razón, resultan imperativos los procesos de control y seguimiento de los medicamentos comercializados que debe realizar la industria farmacéutica, para así disminuir significativamente los errores inevitables que estos puedan acarrear.





Para Luz Marina Sánchez, Profesora de la Facultad de Farmacia de la Universidad Central de Venezuela, adjunta al Centro de Farmacovigilancia (CEFARVI) en esta Institución, el objetivo de la farmacovigilancia es detectar los riesgos asociados a un medicamento, “pues sólo cuando el nuevo medicamento sale al mercado y su uso se extiende a gran cantidad de pacientes se puede poner al descubierto su verdadera seguridad”.

Igualmente, resalta Sánchez que las RAMs no siempre son originadas por el medicamento en sí, sino que también pueden ser ocasionadas por dosis inadecuadas o ingesta de fármacos ilícitos, adulterados o sin el principio activo correcto; por lo que se debe poner la lupa en toda la cadena de distribución, desde que el fármaco sale del laboratorio hasta la administración al paciente.

Sánchez considera imperioso emprender campañas para fortalecer esta práctica y crear conciencia sobre la obligatoriedad que tienen los profesionales de la salud de notificar las reacciones adversas, “ya que existe un alto porcentaje de efectos que no son reportados, lo que multiplica el riesgo en los pacientes”, alerta.

Agrega la experta que el estudio de estos reportes puede generar una advertencia, cambio de dosis u otras medidas que beneficien al paciente. Asimismo, cuando este análisis comprueba que el medicamento ocasiona más riesgos que beneficios, entonces las autoridades sanitarias decidirán si retirarlo o no del mercado y por ello resulta tan importante realizar la notificación a los Centros de Farmacovigilancia de cualquier sospecha de reacción adversa a un medicamento, ya que estos reportes serán necesarios para la toma de decisiones por parte de las autoridades sanitarias.

Así pues, “el éxito de un programa de farmacovigilancia depende del grado de responsabilidad que asume la sociedad, las autoridades, los profesionales de la salud y los propios pacientes. En Venezuela, existen mecanismos para realizar este seguimiento y están plasmados en la Ley de Medicamentos y en las Normas de Buenas Prácticas de la Farmacovigilancia”, informa la profesora.

El CENAVIF es el organismo que tiene como función incentivar la notificación precoz y oportuna de las reacciones adversas de los medicamentos, a fin de ejercer sobre ellas una vigilancia sistematizada que permita regular el uso de fármacos sin alarmas injustificadas o contraproducentes.

Este organismo recolecta toda la información proveniente de la industria farmacéutica, los profesionales de la salud y los pacientes. Este proceso se puede realizar: informando al profesional farmacéutico cuando se sospecha una reacción adversa; llenando la llamada “tarjeta amarilla” que está disponible en farmacias o en centros de farmacovigilancia; reportando al CENAVIF o denunciando un medicamento ilícito.

Actualmente, a fin de profundizar en este interesante tema y otros relacionados, la Fundación~Caveme, conjuntamente con la UCV, adelantan una programación académica orientada a aportar conocimientos y herramientas a los profesionales de la industria farmacéutica que contribuya a ejercer una gestión impecable. En este programa se incluye un Diplomado sobre “Farmacovigilancia”, el cual será dictado próximamente.

Este programa está dirigido a profesionales de la salud involucrados en el desarrollo, producción, distribución, prescripción y dispensación de medicamentos en materia de farmacovigilancia. Además de los antecedentes y normativa legal que rige la materia en Venezuela y en el mundo, tocará temas como las reacciones adversas a medicamentos, el Sistema Nacional de Farmacovigilancia, el análisis y gestión de riesgos de los medicamentos, así como las herramientas tecnológicas disponibles en esta área.