Se confabula con marido y primo para matar a su hermana

Se confabula con marido y primo para matar a su hermana

A Erly Larreal la atacaron mientras dormía, la estrangularon, le desfiguraron el rostro y la enterraron en una playa en la Guajira. Ayer presentaron ante Tribunales a Andreína Larreal y a su primo, Leandro Larreal González. La audiencia continúa hoy. El autor intelectual y material del crimen está prófugo, publica La Verdad.

Todo apunta a que Andreína Larreal Quintero es cómplice de su marido, Rafael Benito Fernández, alias el “Kin Kin”, y su primo paterno, Leandro Larreal González, en el asesinato de su hermana, Erly Kerine Larreal Quintero, quien apareció enterrada en una playa del sector Los Hermanitos el pasado 19 de junio. Ayer presentaron a los dos detenidos en tribunales. La fiscalía continuará la audiencia hoy a las 9.00 de la mañana.

Homicidio culposo y homicidio calificado en grado de cómplice no necesario serían los cargos por los que podrían privar de libertad a los Larreal. Tanto Andreína como su primo pasaron la noche en el retén El Marite. La Policía detalló que deciden solicitar la orden de aprehensión contra la hermana de la víctima por dos razones: inconsistencia en las declaraciones y porque su primo la acusó después de su captura.

A Erly Larreal la sorprendió dormida el “Kin Kin”. El hombre llegó de madrugada a la casa de su pareja, en el sector Corazón de Jesús de Sinamaica, municipio Guajira. Le pidió a Andreína que le abriera la puerta para hablar con su hermana y le exigió a esta que se acostara en el último cuarto y los dejara solos. Con su arma, Fernández se abalanzó sobre su cuñada. La tomó del cuello y cuando esta buscaba zafarse la golpeaba en la cara. Así se mantuvo hasta matarla.

El “Kin Kin” le exigió a Andreína que le diera unas sábanas, envolvieron el cuerpo y con ayuda de Leandro lo montó en el camión 350 y lo llevaron a la playa. Allí abrieron una fosa y lo enterraron, informó un funcionario.

Ni se inmutó

Al día siguiente, 17 de junio, Erly había desaparecido sin dejar rastros. Su hermana aseguraba que había viajado a Maracaibo. Los familiares no creyeron esa versión y empezaron a buscarla. Llamaron al novio y a todos los amigos, pero todos desconocían dónde estaba. Se trasladaron a la frontera en búsqueda de pistas.

Fueron 72 horas de desesperación. A las 4.00 de la tarde del 19 de junio terminó el calvario. Hallaron su cuerpo. Yacía descompuesto en una fosa improvisada en la vía a Caimare Chico. Su rostro estaba desfigurado. La reconocieron por la cicatriz de una operación en la cabeza, el color de las uñas y la pijama que lucía.

Andreína se decidió hablar: “A mi hermana la mató mi marido”, declaró a la Policía y posteriormente a los medios. Los detectives se acercaron a la casa. La habitación permanecía cerrada y en completo orden. Al mover la mesa de noche encontraron las primeras marcas de sangre. Al levantar el colchón hallaron restos de piel y una mancha rojiza a la altura de la cabecera. El caso estaba cerrado. A Erly la mataron en su habitación y la hipótesis inmediata: su pariente era cómplice.

 

24 días se cumplen hoy desde que el “Kin Kin” mató a la secretaria.

 

Erly Larreal. 27. Era la segunda de tres hermanas. Trabajaba como secretaria en el colegio María Antonia Rincón de Sinamaica.

Andreína Larreal. 25. Es hermana de la víctima. Aseguró que no dijo nada porque su pareja amenazó con matarla.

 

“Era ‘bachaquero’ y mató a un chamo el año pasado. Sabía que era malo, pero así es el amor”.

Andreína Larreal. Hermana de la víctima

 

Discusión

Erly Larreal discutió con su cuñado, Rafael Benito Fernández, alias el “Kin Kin”, luego de que este amenazara a su padre con matarlo. La decisión de la joven fue echarlo de la residencia el 15 de julio. Al día siguiente volvió para vengarse.

 

Fugitivo

Rafael Benito Fernández, alias el “Kin Kin”, es “bachaquero” y se le señala como el autor material de dos homicidios. Tiene orden de captura por el homicidio de Erly Larreal. La Policía ha estado en dos oportunidades a punto de capturarlo, pero minutos antes de arribar a su escondite ha huido.

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