Cómo tolerar un berrinche infantil sin volvernos “locos”

Cómo tolerar un berrinche infantil sin volvernos “locos”

La edad de la rebeldía empieza a los 2-3 años y se mantiene, aunque de forma cada vez más suave, hasta la incorporación al colegio.

El niño es cada vez mas independiente y también quiere imponer sus intereses; por este motivo reacciona con rebeldía a las prohibiciones de los padres.





La rebeldía es una parte importante del crecimiento y señal de que el niño se desarrolla con normalidad. Por esta razón, no se deberían reprimir los berrinches por la fuerza, sino en todo caso, intentar controlarlos con habilidad, por agotador que pueda resultar.

En la lucha por su independencia, el niño considera que el comportamiento de los adultos se dirige en su contra (Ej. no le compras el caramelo que quiere o no le dejas que se ponga el vestido que le gusta).

Los adultos sabemos porqué formulamos deseos y prohibiciones, pero el niño no. (“Deseaba tanto esos caramelos que no entiendo porque mamá es tan mala”, se siente incomprendido).

El berrinche, cuando está en marcha es irreversible, ya no se puede detener (no ve, no oye, nada). Gritarle en ese momento solo lleva a que el niño llore más fuerte y rechace todo lo que se le ofrezca, aunque sea el objeto que provocó el berrinche.

Es importante reaccionar ante los berrinches igual en cualquier sitio que se produzcan, ya sea en casa, en el supermercado, en casa de algún familiar o amigo,…

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