Anciana denuncia maltrato y abuso de funcionarios de la PNB

Anciana denuncia maltrato y abuso de funcionarios de la PNB

Foto Archivo

La vicepresidenta del Parlamento Regional del Adulto Mayor en el estado Aragua, María Elena Pulido, denunció haber sido víctima de un atropello policial el pasado sábado 27 de julio del año 2013, cuando participó de una caravana de graduandos y dos motorizados de la Policía Nacional Bolivariana la abordaron con una actitud grosera y prepotente.
Indicó con un informe en mano que entregó en la mañana de ayer ante el Consejo Legislativo de Aragua (Clea), que para el día que tuvo el altercado con los funcionarios, participaba de una caravana en el sector de El Limón, en compañía de su hija, yerno y nietos.
Precisó que dieron varias vueltas en un auto y que tras finalizar este acostumbrado acto, que en esta ocasión se organizó para festejar la culminación académica de la Escuela de Enfermería, salieron del Coliseo El Limón y al frente de un reconocido mercado fueron interceptados por estos policías.
Aparentemente los gendarmes solicitaron con arma en mano que el conductor del vehículo, el yerno de Pulido, se estacionara hacia un lado de la carretera y no conforme con ello, lo multaron por presuntamente no usar el cinturón de seguridad.
“La sanción no tiene razón de ser porque nosotros, todos, teníamos el cinturón puesto. Los niños se asustaron cuando estas personas apuntaron a mi yerno y por ello empezaron a gritar que no mataran a su papá”, relató la Vicepresidenta del Parlamento del Adulto Mayor sobre el suceso.
Prosiguió explicando que en vista de la situación, decidió bajarse del auto y conversar con el funcionario. “¿Por qué actúas así?, si aquí no vienen delincuentes. Estamos participando de una caravana”, dijo Pulido a uno de los efectivos y éste enojado le replicó: “bueno señora nosotros no somos policías estadales, somos nacionales y actuamos así”.
En virtud de la respuesta obtenida, ella aclaró que era integrante del Parlamento del Adulto Mayor en Aragua, aunque el gendarme la ignoró. Entretanto, los nietos de Pulido seguían en llanto y gritando, lo que obligó a los PNB a solicitar refuerzos.

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