Excusas que te llevan a rechazar el sexo

Excusas que te llevan a rechazar el sexo

En ocasiones la palabra sexo nos provoca rechazo. Es en este momento cuando comenzamos a volvernos hipocondríacos y el cerebro reacciona inventando todo tipo de enfermedades o dolencias que, ‘casualmente’, nos impiden hacer el amor.

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Hasta ahora, el dolor de cabeza se había convertido en la excusa más recurrente cuando no queríamos tener sexo. Sin embargo, se ha demostrado que lo mejor para disminuir la cefalea es tener una buena sesión de cama, según neurólogos de la Universidad de Munster. La explicación es sencilla: la actividad sexual hace que segreguemos endorfinas, unas hormonas que actúan reduciendo el dolor de cabeza.

Pero hay otras ‘enfermedades’ y dolencias que aparecen ante la falta de apetito sexual de nuestra pareja:

Menstruación

La menstruación es otra de las dolencias que nos libran de tener sexo cuando no nos apetece. Es algo similar a cuando siendo adolescentes no nos apetecía correr en clase de gimnasia. Compañeras mías tenían la regla hasta tres veces al mes. Pues bien, sexo y periodo no son incompatibles, siempre y cuando haya una correcta higiene y sea aceptado por las dos partes. La penetración ayuda a aliviar los dolores. Es importante decir que se deben extremar las precauciones con el uso del preservativo, pues no sólo hay un mayor riesgo de contraer una ETS, también un embarazo.

Embarazo

Hablando de embarazo… La embarazada es una hormona andante. En ocasiones puede tener la libido por las nubes y en otras no puedes tocarla ‘ni con un palo’. Está demostrado que el sexo durante el embarazo es una buena forma de aliviar los dolores en el parto, ya que durante el orgasmo y la eyaculación se segrega la hormona prostaglandina que ablanda el músculo uterino y lo prepara para las contracciones.

Estrés y cansancio

El estrés y el cansancio también pueden ser causas de una inapetencia sexual. Pero no hay nada como una buena ración de sexo para desinhibirnos un rato de los problemas que nos afectan en nuestro día a día.

Todo está en nuestra cabeza. De hecho, el órgano sexual más importante que tenemos es el cerebro. Si aprendemos a utilizarlo a nuestro favor no tendremos que recurrir al NO quiero tener sexo, haremos más felices a nuestras parejas y, por otra parte, aliviaremos posibles dolores que puedan aparecer en nuestro cuerpo.

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