Angel Rangel: ¿Emergencia vial o gobierno en emergencia?

Angel Rangel: ¿Emergencia vial o gobierno en emergencia?

Definitivamente, yo no sé hasta dónde tendrá que llegar la capacidad de asombro, de aguante o de comprensión de nosotros los venezolanos en relación a los anuncios, declaraciones y actuaciones de los máximos representantes del gobierno nacional, para que las mismas sean percibidas y considerados por todos, como medidas serias, que se corresponden con una acción de políticas públicas bien planificadas, que están orientadas a la solución de problemas que a todos nos afectan.

En esta materia, resulta importante destacar el reciente anuncio y luego “Decreto Presidencial de Estado de Emergencia Vial”, para atender de manera extraordinaria (en un lapso de 90 días),…. “la construcción, mantenimiento y rehabilitación de las autopistas, vías, carreteras, y troncales a nivel nacional”.

Sin duda alguna, para un gobierno que se inicia en su gestión, esta pudiera ser considerada una acción lógica, urgente y necesaria, dadas las deplorables condiciones actuales de la infraestructura vial del país; hecho que por lo demás tendría consigo no sólo el aval ciudadano basado en las constantes denuncias de los usuarios, sino también el soporte técnico de los estudios realizados y presentados al país, por instituciones especializadas como el Colegio de Ingenieros de Venezuela, las Universidades y la Sociedad Venezolana de Ingeniería de Transporte y Vialidad, entre otras.





Ahora bien, como quiera que se trata de un gobierno, que de acuerdo a un dictamen del Tribunal Supremo de Justicia y por propias declaraciones del actual Presidente de la República y demás autoridades, no es más que continuación de una gestión de gobierno con 14 años en el ejercicio del poder, el declarar en emergencia un servicio o sistema público, sin que se le presente al país un balance de la gestión previa y sin una evaluación de las ejecutorias y destino de los recursos asignados, así como de las responsabilidades de los funcionarios que han estado al frente de las instituciones del sector, es sencillamente un acto de muy poca credibilidad, por decir lo menos.

Por lo demás, el decretar una emergencia, sin que para ello priven condiciones excepcionales y daños súbitos de gran magnitud derivados de una situación inesperada (por ejemplo, desastres socio-natural), hace más necesario aún, que el anuncio esté precedido de las correspondientes explicaciones sobre las razones que fundamentaron la medida, pues más que un decreto, parece un gobierno en emergencia que tiene pendiente situaciones similares en salud, empleo, seguridad, inflación, etc.
@Angelrangels