Niños en la calle, al límite de la vida

Foto El Impulso

Los niños de la calle en Venezuela viven al borde del precipicio: robando, mendigando, siendo explotados, consumiendo drogas, víctimas de la prostitución y, por supuesto, viviendo en la calle. Según varios estudios, en Venezuela hay un número aproximado de 10.000 niños de la calle. Sin embargo, estas alarmantes cifras son apenas una fracción del número mucho mayor de niños que viven en pobreza crítica.

El problema de los niños de la calle es en realidad el problema de ser niño en América Latina en general y, en Venezuela en particular.

Barquisimeto no escapa a esta realidad; las calles de la ciudad están llenas de niños y adolescentes en situación de riesgo, problema que preocupa a toda la sociedad, sin que pueda hacer mucho para revertir este dantesco panorama que atenta contra la vida de esos venezolanos, sujetos de derechos y deberes, según el fundamento de la Ley Orgánica del Niño, Niña y Adolescente, la Ley de la Familia y la propia Constitución.





No es un secreto que la pobreza generalizada conduce a familias mal preparadas para cubrir las necesidades de sus hijos. El desempleo y el subempleo, el alcoholismo, la adicción a las drogas, los padres ausentes, el abuso físico y sexual, y un sistema escolar que no se da abasto son todos males sociales que asedian las vidas de muchos jóvenes venezolanos.

Las circunstancias económicas desesperadas que enmarcan esos males llevan a muchas familias a poner a sus hijos a trabajar.

La Fundación Instituto de Capacitación e Investigación, con sede en Caracas, informó que de los casi 1,6 millones de niños venezolanos que trabajan, 300.000 lo hacen en la economía formal, más de un millón en el sector informal y 200.000 en “actividades marginales” tales como el comercio de drogas y el hurto. Esos menores aportan un ingreso muy necesario para sus familias. Aunque algunos se esfuerzan por mantener un trabajo e ir a la escuela, muchos terminan por abandonar la educación del todo.

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