Venezuela concreta su salida de la CADH entre preocupación internacional

Venezuela concreta su salida de la CADH entre preocupación internacional

Venezuela hizo efectiva hoy su salida de la Convención Americana de Derechos Humanos (CADH), en medio de una defensa cerrada del Gobierno a la decisión frente a las críticas de la oposición y a la preocupación expresada por parte de la comunidad internacional.

La decisión se concreta exactamente un año después de que el entonces presidente venezolano, Hugo Chávez (1999-2013), denunciara el sistema interamericano de justicia al acusarlo de estar manipulado por Estados Unidos.





Pese a los llamados de organismos locales e internacionales de derechos humanos a reconsiderar la medida, que implica el retiro del mecanismo que da base jurídica a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH), el Gobierno del actual presidente, Nicolás Maduro, ratificó la decisión.

Maduro, presidente desde abril pasado tras ganar las elecciones celebradas de manera obligada por la muerte de Chávez en marzo, confirmó el lunes la salida de Venezuela del instrumento al dejar pasar el año que tuvo para considerarlo, señalando que la CorteIDH y la CIDH “degeneraron y se creen un poder supranacional”.

Su Gobierno salió en pleno hoy a defender la medida, a la que calificó como “sabia, justa y soberana”.

“La decisión del comandante Chávez, cumplida por @NicolasMaduro, al separarnos del sistema interamericano de justicia, es sabia, justa y soberana”, escribió el vicepresidente, Jorge Arreaza, en su cuenta de la red social Twitter.

En línea con la postura oficial, Arreaza acusó a la CIDH y a la CorteIDH de ser “protectores de los intereses de los poderosos” y de no haber sido “jamás” defensores de “lo justo”.

Al mismo tiempo, el Gobierno buscó dejar claro que la ciudadanía no queda desamparada por este hecho, ya que, dijo, Venezuela forma parte de la directiva de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU y, adicionalmente, impulsará el nacimiento de instancias similares en otros organismos internacionales como la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).

“Nosotros hemos denunciado a la Convención Americana de Derechos Humanos porque en ella está prevista la Corte Interamericana de Derechos Humanos y la Comisión (Interamericana) de Derechos Humanos, pero nosotros seguimos siendo miembros de la Organización de Estados Americanos”, dijo el canciller, Elías Jaua, en rueda de prensa.

En ese sentido, la propia CIDH afirmó que Venezuela seguirá sujeta a su jurisdicción como Estado miembro de la Organización de Estados Americanos (OEA) pese a su retirada de la CADH.

Mientras Venezuela “continúe siendo Estado parte de la OEA, la Comisión Interamericana continuará cumpliendo con su mandato de promoción y supervisión de la situación de derechos humanos en ese país, y tramitando peticiones, casos y medidas cautelares”, dijo el organismo, con sede en Washington.

Desde Ginebra, la Oficina de la Alta Comisionada de la ONU para los derechos humanos manifestó su preocupación, mientras que la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH) expresó “gran inquietud” por las consecuencias de la retirada, que a su juicio afectará a las víctimas y a las organizaciones que las representan.

“Creemos que puede tener un impacto muy negativo en la situación de los derechos fundamentales en el país y en su región”, señaló el portavoz de la Oficina de la Alta Comisionada de la ONU para los derechos humanos, Rupert Colville.

La oposición venezolana tildó la decisión como un “duro golpe reaccionario” en contra de la protección de los derechos humanos.

Según dijo la alianza opositora Mesa de la Unidad Democrática en un comunicado, “este empeño inhumano, antihistórico y antivenezolano” coloca a los ciudadanos del país “en una situación de creciente indefensión, en vista de la manifiesta ausencia de independencia de los poderes públicos en el país”.

El descontento del Gobierno venezolano con la CIDH, a la que ha acusado reiteradamente de usar criterios políticos para tomar sus decisiones sobre el país, viene de lejos.

El 12 de abril de 2002, día en que Chávez sufrió un golpe de Estado que lo sacó de la Presidencia por 48 horas, un grupo de personas se dirigió a la Comisión para pedirle que se resguardaran los derechos del depuesto presidente mientras lo tuvieran en prisión y según el Gobierno la reacción de la CIDH no fue la esperada.

Finalmente, hace un año, Venezuela anunció su decisión de abandonar el Sistema Interamericano de Justicia tras una sentencia, que calificó de “aberrante”, de la Corte Interamericana de Derechos Humanos a favor de Raúl Díaz, acusado de terrorismo y juzgado por poner bombas en sedes diplomáticas de España y Colombia en Caracas. EFE