Continuo Cardiometabólico plantea enfoque integral de hipertensión, colesterol y diabetes

Continuo Cardiometabólico plantea enfoque integral de hipertensión, colesterol y diabetes

HIPERTENSIÓN, COLESTEROL ALTO Y DIABETES: UN TRÍO PELIGROSO

• Cada vez es más común encontrar en la consulta médica a pacientes en edad adulta o avanzada que presentan esta combinación de factores de riesgo para su enfermedad cardiovascular. Su coexistencia está asociada a dos causas: el envejecimiento de la población y la obesidad





• Más de 29 mil venezolanos fallecieron en 2010 por enfermedades del corazón, 9.537 por diabetes y 1.661 por enfermedades hipertensivas. El Continuo Cardiometabólico ofrece la oportunidad de modificar la visión de la fisiopatología y el abordaje terapéutico de estas tres patologías con un enfoque más integral

El cuerpo humano es un universo en el cual confluyen múltiples mecanismos para lograr su funcionamiento. Como un proceso natural de su evolución y envejecimiento, sucede la aparición de patologías en respuesta a una combinación de factores de riesgo tales como: la hipertensión, diabetes y colesterol alto (hipercolestorelemia), los cuales no se desarrollan de forma aislada.

Por esta razón, es excepcional encontrar en la consulta médica a pacientes en edad adulta o avanzada que sólo presenten un factor de riesgo. Esta situación ha generado el concepto terapéutico denominado Continuo Cardiometabólico, el cual hace referencia a la coexistencia de las tres mencionadas patologías y al incremento de la posibilidad de presentar eventos cardiovasculares letales y no letales, así como también al desarrollo de enfermedades cardiovasculares crónicas.

El doctor Javier Diez, investigador español y catedrático de la Facultad de Medicina de la Universidad de Navarra (Pamplona-España), destaca que desde hace dos décadas el concepto del continuo cardiometabólico ha ganado una importancia creciente, sobre la base del convencimiento de que la hipertensión, el colesterol y la diabetes suelen asociarse en un mismo paciente con una probabilidad superior a la que se podría esperar del puro azar. Por ello es preciso comprender que los factores de riesgo cardiovascular y metabólico son manifestaciones de un mismo proceso y no actúan como compartimientos aislados.

“Cuando coexisten estas tres enfermedades, son más dañinas juntas que por separado y resultan más difíciles de controlar con un tratamiento. Por ejemplo, desde el punto de vista clínico, ser hipertenso y a la par diabético comporta unas complejidades fisiopatológicas, de diagnóstico y terapéuticas que no las tiene el ser solo hipertenso. Tenemos que entender que todo está interconectado y los especialistas debemos ser capaces de interrumpir esas conexiones y no solo enfocarnos en controlar los factores por separado”, agrega Diez.

Desde el punto de vista farmacológico este concepto apunta a nuevas dianas de investigaciones terapéuticas, que favorezcan el descubrimiento de otras moléculas para que actúen sobre esas interacciones. En este sentido, MSD en Venezuela, como empresa líder en el cuidado de la salud, contribuye a dar a conocer el concepto del continuo cardiometabólico entre cardiólogos, internistas, endocrinos, nefrólogos, médicos generales y médicos familiares e, igualmente, en la población general.

Todos aportan a la solución

El doctor Diez, quien también es Director del Área de Ciencias Cardiovasculares del Centro de Investigación Médica Aplicada (CIMA) de la Universidad de Navarra, advierte que si bien el envejecimiento cronológico es un proceso natural, el tener una vida desordenada, sin hábitos saludables, también favorecerá a que el envejecimiento biológico sea más rápido y se desarrollen más patologías.

Cabe destacar que en Venezuela las enfermedades cardiovasculares encabezan, con 20,9%, (29.078 mortalidad diagnosticada) la lista de las causas de fallecimientos, según indica el Anuario de Mortalidad del año 2010. La quinta causa es la diabetes con 6,89% (9.537 mortalidad diagnosticada) y en la decimoquinta posición, otras enfermedades hipertensivas con una proporción de 1,20% (1.661 mortalidad diagnosticada).

A escala mundial la situación es similar. Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en el continente americano con un registro aproximado de 1.6 millones de fallecimientos durante el 2007; de los cuales 30% se considera por muerte prematura al haber ocurrido entre los 30 y 69 años de edad.

“La sociedad debe entender que las enfermedades cardiovasculares (en muchos casos de origen metabólico) representan la primera causa de muerte, hospitalización y consultas médicas en el presente y que así va a continuar en las próximas décadas. Por lo tanto, se trata de un tema que por su magnitud e impacto no es sólo un problema médico y sanitario, sino también un problema social y económico. Ello significa que en su solución han de implicarse todos los sectores sociales y no sólo el médico-sanitario. ¡Este es un problema de todos y tenemos que resolverlo entre todos!”, subraya Diez.

Para Diez educar en función de la buena alimentación y el incremento del consumo energético mediante la actividad física, son claves para disminuir la obesidad y evitar que las deficiencias cardiometabólicas aparezcan con mayor frecuencia no sólo en personas mayores como consecuencia del normal proceso de envejecimiento, también está sucediendo en edades cada vez más tempranas. “Es preciso la educación sanitaria y familiar sobre el ejercicio como parte de nuestro día a día, así como lo es la higiene dental, porque debe hacerse de forma sistemática y diaria”, sugiere el especialista, con el objetivo de impedir que esto alcance un carácter epidémico, en un futuro inmediato, debido al envejecimiento de la población.