En un país con una economía inflacionaria, nada escapa del aumento de precios. Y en ese espectro, por supuesto, están las entradas a los estadios de beisbol.
Los boletos para ver un juego de pelota subieron este año entre 40 y 65 por ciento, casi a la par de la inflación anualizada y del pronóstico para el cierre de año que podría ser 50%, publicó el diario Líder.
“Ir al estadio para una familia de cuatro miembros no se debe ser fácil, de repente pueden ir una vez al mes o una vez en la temporada”, argumenta el economista Pedro Romero, consecuente del estadio de la UCV, especialmente cuando está de visita su equipo, Águilas del Zulia.
Además de los tickets para ingresar al estadio, la familia venezolana debe lidiar con los precios dentro de las instalaciones deportivas. “Lo que vas a consumir en el estadio no está regulado, tú no vas a regular los precios de la cerveza, de las cotufas ni de la arepa que te vas a comer”, expone Romero. “A todas luces pareciera que esos precios van a estar al doble en comparación con el año pasado”, cita.
José Grasso Vecchio, también economista y expresidente de la Lvbp, justifica el ajuste monetario. “Es la fórmula para garantizar un espectáculo de calidad, está el tema de la inflación que se refleja en todas las contrataciones, también el impacto de la Ley del Trabajo, con los costos que esta representa”.
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