América Latina, sin estrategia con China

América Latina, sin estrategia con China

 

En los últimos años, las relaciones económicas han crecido a toda velocidad entre China y América Latina. El país asiático es ya el segundo socio comercial de la región. Pero, ¿está América Latina preparada?





Según David Shambaugh, la respuesta es “no”. En su último libro, China Goes Global: The Partial Power, este investigador estadounidense se muestra sorprendido por la falta de conocimiento que existe en América Latina sobre China. “Los gobiernos latinoamericanos, las comunidades de negocios, la academia y los institutos de investigación parecen no estar para nada preparados para enfrentarse a los complejos retos de la ofensiva china en la región”, explica en su libro.

Como se ha dicho tradicionalmente, “el conocimiento es poder”.  Los gobiernos deben contar con los profesionales mejor formados para poder dirigir un país, mientras que el talento en universidades, empresas ythink tanks suele ser una garantía para el futuro de las naciones. En el caso de China y América Latina, según David Shambaugh, nos encontramos frente a una “asimetría de conocimiento” (asymmetry of expertise): mientras que el país asiático cuenta con un importante cuerpo de funcionarios con experiencia en la región, América Latina todavía tiene una sorprendente carencia de políticos, investigadores y traductores con conocimiento de China.

Pekín ha contado con una Asociación de Estudios Latinoamericanos desde hace más de 50 años; en 1979 se creó el departamento de Estudios de América Latina en la Academia de Ciencias Sociales; miles de diplomáticos, traductores y estudiantes chinos se han formado en las últimas décadas en países latinoamericanos, en un intento consciente por conocer mejor esta región del mundo. Aunque el desconocimiento mutuo sea compartido a pie de calle, China cuenta con una elite formada en el mundo latinoamericano que se encarga de publicar informes, aconsejar al gobierno y favorecer la implantación de empresas nacionales. Por su parte, explica David Shambaugh, a pesar de los importantes pasos dados en los últimos años, “tan sólo hay un puñado de expertos en China en cada una de las grandes naciones latinoamericanas, y tienden a no hablar chino”.

Esta teoría de la “asimetría de conocimiento” podría aplicarse a muchos otros países. En su vistazo global a las relaciones de China con el mundo (Estados Unidos, Asia, Oriente Medio, África…), sin embargo, David Shambaugh sólo se sorprende del desconocimiento que existe en América Latina. En su visita a Brasil en 2008, este investigador se quedó estupefacto cuando le explicaron que el Ministerio de Asuntos Exteriores no contaba con ninguna persona que hablara chino o un departamento que se encargara de las relaciones con la segunda economía del mundo.

En el año 2004, cuando el presidente Hu Jintao habló en el Parlamento de Brasil, esta falta de conocimiento provocó un importante malentendido entre los dos países (y en el resto del mundo). Según cuenta David Shambaugh en China Goes Global, el gobierno brasileño no contaba con traductores profesionales y tuvo que recurrir a un brasileño descendiente de chinos sin demasiada experiencia. El resultado fue que los 100.000 millones de dólares de “intercambio comercial” para el 2010 mencionados por Hu Jintao se convirtieron (por un error de traducción) en 100.000 millones de dólares de “inversión china” en América Latina.

“Esta disparidad en la comprensión mutua entre América Latina y China es probable que vaya a tener un impacto en la ventaja de China en los próximos años”, explica Shambaugh. “Tenga o no tenga China una estrategia para América Latina, lo que está claro es que América Latina no tiene una estrategia para China”, concluye.

 

Vía ZaiChina