Desolada y con rastros de una salida abrupta de personas quedó la hacienda La Tula, en Mata Negra, sector Cuatro Alambres. Escondida, pero con muchos metros de extensión, la propiedad es señalada por los pocos moradores como un inmueble del exalcalde de Valencia, Edgardo Parra, publica El Carabobeño.
La Tula se erige y resalta entre las demás edificaciones en esta zona de Carlos Arvelo, no solo por el amplio terreno, sino por la belleza, bienes y el cuidado que al parecer brindaban sus propietarios. De la noche a la mañana el movimiento de personas, caballos y ganado cesó.
Aunque los lugareños no recuerdan con exactitud cuándo fue la última vez que vieron a trabajadores o dueños, afirmaron que desde que se realizaron las acusaciones a Parra, el lugar fue abandonado y los animales desaparecieron. También recordaron que con frecuencia en la finca se realizaban grandes fiestas y reuniones.
La reja del portón no tiene candado, pero dos perros custodian el lugar. Desde la caminería de piedras blancas y de perfecta ubicación, hasta la puerta y el letrero con el nombre de la finca, solo hay rasgos de soledad.
Según los rumores, los habitantes salieron de inmediato de la casa principal y de las cercanas, que forman parte de la propiedad resguardada entre cercas de alfajor y alambre de púas. Se presume que en esas viviendas residían los empleados. Zapatos incrustados en el barro y plantas tiradas como si hubiesen sido un tropiezo a la hora de correr, elevan las sospechas de que todos salieron apresurados del lugar por un motivo mayor.
De los animales no se sabe nada. Al parecer una yegua se quedó pero nadie volvió por ella y se adentró en el monte.
Fotos cortesía El Carabobeño
