Paris es un destino “Chévere”, es una ciudad llena de historia, revoluciones y sobre todo luz. Claro está que muchos venezolanos quisieran visitarla, no por sólo porque hay bastante luz sino porque es también conocida por la moda.
Atrás quedaron los orígenes barbáricos de la revolución francesa, donde rodaron cabezas a diestra y siniestra o la podredumbre repugnante de los mercados donde nació Jean-Baptiste Grenouille , el asesino de la novela “El Perfume” de Süskind. Esa París olvidada se parece ahora más a otra lugar más cercano a los venezolanos…
Ahora París es una ciudad acogedora y romántica, destino seguro para los que tienen buen gusto. Salir desde Venezuela rumbo a París no es algo sencillo; como ya se sabe, los venezolanos estamos bajo un control cambiario muy estricto y donde todos los ciudadanos estamos siendo señalados y tratados como delincuentes, bajo la presunción de “Cadivistas”.
¿Se imaginarán cómo será para un venezolano ir a París de compras a BCBG Maxazria?, Pues sabemos quién puede responder, nuestra Fiscal General de la República, Luisa Ortega Díaz. En la foto se puede observar a la funcionaria pública a las afueras de la tienda en la Rue Saint-Honoré, disfrutando de la tranquilidad reconfortante de la seguridad parisina.
No sabemos mucho sobre la visita de la Fiscal a Paris, apenas dos hipótesis se nos ocurren. Quizás está recogiendo evidencias para armar el caso de las Narco-Maletas de Air France (Dudamos que Max pueda ayudarla con eso) y la otra es, que se está tomando unos días de descanso luego de la agotadora tarea de solicitar antejuicio de mérito a la Diputa opositora María Aranguren.
Cualquiera que sea el caso, nuestra fiscal sólo está a la altura de las mujeres que Maz Azaria ha vestido desde Britney Spears hasta Catherine Zeta-jones, Beyonce y Jennifer López. Desde lapatilla.com sólo podemos “imputar” a Luisa Ortega Díaz de ser una mujer “Bon Chic, Bon Genre” (BCBG), frase que le da origen al nombre de la tienda y que se refiere a la subcultura parisina de clase alta, muy bien educados, con conexiones y preferiblemente provenientes de familias aristocráticas. ¡Ooh lalá!