La Seguridad Integral para los hatillanos, es un concepto que hemos estructurado con expertos; y que en los primeros 100 dias de gestión logrará cambios positivos en el municipio. Cuando nosotros hablamos de seguridad, lo hacemos abordando el tema de una forma global, no nada más con el incremento de funcionarios policiales; porque esa medida sola no cambiará la realidad que tenemos hoy en esa materia. Para nosotros la seguridad integral es un concepto estructural que parte desde la educación inicial, pasa por el rescate de los espacios para el desarrollo de los ciudadanos, contempla la prevención y se apoya en la presencia institucional y policial. Nosotros trabajaremos todas estas aristas juntas y coordinadas para que nos sintamos seguridad y estemos tranquilos.
La carta de navegación para la Nueva Alcaldía será el Plan Estratégico que tenemos para los primeros cien días. Ello junto con una selección de talento humano, nuevas ideas, orden institucional, procesos sencillos y ágiles, estructuras funcionalmente integradas, sistemas automatizados de apoyo y vocación de servicio, marcará la diferencia con las anteriores administraciones que han gobernado El Hatillo.
La estructura organizativa representará las políticas públicas mediante las cuales resolveremos los problemas de la gente, de los vecinos que habitan el municipio El Hatillo. En casi todos los casos, el primer frente de los organigramas de las alcaldías de Venezuela, destaca a las unidades de protocolo, relaciones públicas, comunicaciones, etc. No es que consideremos que estas actividades no son importantes, si que lo son, lo que pasa es que tanto a más importante que ellas, son los temas de seguridad, salud, ambiente, vialidad, transporte, desarrollo urbano, etc. Por lo que es relevante destacarlos en primerísimos planos del organigrama que se proponga, de manera que el vecino, a la vista de la carta organizacional, vea diáfanamente que sus problemas tienen un diseño de estructura enfocada en darle solución a sus carencias y necesidades.
Siendo las actividades culturales, recreativas, turísticas y gastronómicas, “el petróleo” de El Hatillo, éstas deben estar debidamente especificadas en dicho organigrama. Por otra parte, teniendo nuestro municipio una vocación ambiental y paisajística, esta condición que la madre naturaleza pródigamente nos regaló, debe ser destacada y recogida en la estructura organizativa, pues sólo así podremos devolverle a nuestros nietos el préstamo que nos hicieron nuestros hijos, de poder vivir en un terruño adorado, plácido y bucólico. Lo que soñamos es poder retornar el suelo que nos cedieron en mejores condiciones que como lo recibimos. Contamos con el favor de Dios para emprender nuestra cruzada.