Corto y Picante: “La procesión roja” por @fariasjoseluis

Corto y Picante: “La procesión roja” por @fariasjoseluis

La percepción de que Maduro no puede con la crisis económico-social que sufre el país no es una idea exclusiva de la oposición. En importantes sectores del chavismo (civiles y militares) es una convicción. Puertas adentro crece la incertidumbre ante la ausencia total de políticas, y la falta de un rumbo claro y confiable para sacar la nación del marasmo económico. Aunque no lo digan creen que Maduro ha tenido una nefasta gestión en seis meses.

El grado de convicción sobre su incapacidad entre sus allegados alcanza ribetes de angustia y desesperación. Mientras algunos se dedican a raspar la olla sin escrúpulos, como si el fin estuviera cada vez más cerca, otros preparan su partida marcando distancia, evitando retratarse con él o dejando filtrar información.

En el mundo rojo, igual que en la oposición, a Maduro se le ve débil, prisionero de los Castro, doblegado ante los militares y dominado por su mujer. No exhibe las condiciones del líder capaz de tomar las decisiones que demanda el momento. Sabe que debe tomar medidas cambiarias serias y se entretiene acusando a los raspacupo. Merentes anuncia en sus narices la inflación más alta del mundo para el próximo año, él calla. La ministra de deporte lo reta a que la investigue, se hace el paisa. Habla de Cadivismo como una práctica putrefacta y los escándalos de corrupción le estallan en la cara, los delincuentes ríen. Un supuesto deportista se chorea 66 millones de $ del ministerio de Deporte, él ve para otro lado. Se roban 85 millones de $ en el Fondo Chino, ni se da por enterado.





Nada de lo que sucede escapa a la atención de su entorno, examinan sus implicaciones, evalúan su gravedad e individual o colectivamente van todos coincidiendo en la inminencia de su salida y en que el 8D será un día clave que marcará un antes y un después. No nos extrañe que después de esta fecha sea precisamente su propia gente la que pida su renuncia.