Marco A. Ponce / Mikel las Heras: Violencia en las colas: escasez de solidaridad

Marco A. Ponce / Mikel las Heras: Violencia en las colas: escasez de solidaridad

El aumento de los niveles de protesta y de conflictividad social es consecuencia directa de la crisis económica

Construir redes de solidaridad para frenar la violencia y plantar cara al poder

Estamos en crisis





La crisis económica que actualmente atraviesa nuestro país se agudiza con el paso de los días y, visto lo visto, parece que el gobierno nacional no tiene las herramientas para salir del atolladero. La opacidad informativa que caracteriza a esta gestión pública impide que los ciudadanos de a pie sepamos cuáles son los criterios para el diseño y planificación de las medidas económicas, pero las consecuencias sí las percibimos día a día: inflación galopante (la más alta de América Latina), desabastecimiento colas en mercados, supermercados y abastos, con situaciones de violencia en muchas de ellas, todo esto lleva al aumento de los niveles de protesta y de conflictividad social. Y sobre todo, un gran descontento social. Descontento que se percibe en todos los sectores y regiones del país.

El desabastecimiento refleja cómo la cacareada independencia y soberanía alimentaria fue efectiva solo para el marketing político y para triunfos electorales. La realidad delata que dicha soberanía depende de las compras en el exterior. La mayor cantidad de alimentos que consumimos son importados y hemos visto una gran disminución -a veces desaparición- de la producción nacional de muchos rubros. Solo hay que darse una vuelta por las regiones para ver el abandono de nuestros campos. Es el resultado de políticas que han frenado la producción nacional para privilegiar la importación, que además, ha sido prácticamente monopolizada por el estado.

El problema está a la vista de todos

Dentro de este panorama vemos con preocupación cómo aumenta la conflictividad, cómo mucha gente pierde la paciencia, y como afloran características atípicas, o que estaban escondidas, en el comportamiento de las personas que acuden a comprar productos.

Sean o no sean reportadas por la prensa, y muchas de estas situaciones no son reportadas, el problema está, y sigue estando ahí, en la calle. El gobierno no debería gastar demasiadas energías presionando a los medios para que no reporten lo que todo el mundo ve en su calle, en su vecindario, en sus pueblos o en sus ciudades. Lo ven y lo viven a diario: o no se consiguen productos -cada día la lista es más larga-, o hay que hacer una larga cola para tratar de comprar, con suerte, una o dos unidades de harina precocida de maíz, o de arroz, o de leche, o de papel higiénico, o de aceite, etc. Vivimos un racionamiento no decretado donde además, los productos no llegan a toda la población. Llegan a los primeros de la cola, muchos de ellos dateados de antemano, privilegiados pues, o a los más “vivos” que se colean o tienen conocidos en los centros de expendio, o a los empleados de ciertas instituciones oficiales que se ven beneficiados por mercados “socialistas” en sus centros de trabajo. Y otras veces a quienes han estado haciendo cola desde horas de la madrugada. En todo caso, podemos decir que hoy por hoy, el tema del desabastecimiento es caldo de cultivo de más y mayores protestas y de situaciones que pueden ir más allá de ellas.

Crisis de valores

Vemos con preocupación, además, cómo emergen características violentas, de rapiña, en los venezolanos y tememos que van en aumento. Se está volviendo común este tipo de situaciones en las innumerables colas que se forman a diario. Y algo más grave: existe un aumento acelerado de acciones vandálicas y de saqueos. En octubre se registró al menos un saqueo por semana, tanto en supermercados o almacenes como a vehículos de carga. Pero el problema trasciende al tema alimentario. El sábado presenciamos el saqueo de una gran tienda de electrodomésticos en Valencia, después de que desde el Ejecutivo se ordenara la intervención de varias cadenas.

No hay políticas gubernamentales serias dirigidas a frenar ni la escasez, ni los desórdenes que se forman cuando llegan los productos. La solución no debe ser represiva y que se debe respetar la dignidad de las personas que acuden a conseguir productos de primera necesidad. Existe pues también una escasez de políticas publicas orientadas a la solución de los problemas primarios de la gente. La alimentación y la seguridad son unas de ellas.

Aunque en los últimos años tenemos unos índices de criminalidad y violencia altísimos, nuestras protestas y luchas colectivas siempre han sido pacíficas (98% de ellas). Pero en el fenómeno de las colas la violencia se hace sentir. Esta variación en el comportamiento de los venezolanos debe ser trabajada con premura y precisión por quienes dirigen el país. La siembra de antivalores y la ausencia de solidaridad comienzan a dar sus frutos, pero nunca es tarde para rectificar.

Solidaridad como herramienta

Pero también debemos mandar un mensaje a la gente. No es el gobierno el responsable de construir redes de solidaridad. Frenar las agresiones e impedir la degradación como seres humanos debe correr por nuestra cuenta. Solidaridad implica acciones en grupo, protestas pacíficas para pedir respeto e igualdad de oportunidades para todos. La solidaridad entre la gente que tiene las mismas necesidades, puede ser la llave que permita a las mayorías ser escuchadas y respetadas por el poder.

No hemos observado protestas organizadas o convocadas por el tema del desabastecimiento. Las protestas en Venezuela, numerosas, siguen estando desarticuladas y sin una conducción que las una. Parece que el interés individual sigue privando sobre el colectivo. La solidaridad parece estar, como tantas otras cosas, escasa, salvo en algunos casos, sobre todo en el mundo laboral, que es el sector más combativo y el más formado para este tipo de lucha.

@MarcoAPonce y @mlhccs
ConflictoVe Fuente: TalCual, 11 de Noviembre de 2013, pág 7

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Pueden consultar nuestros anteriores análisis semanales publicados en TalCual:

http://www.conflictove.org.ve/category/conflictos-talcual

Fuente: http://www.conflictove.org.ve/analisis-y-opinion/analisis-del-observatorio-venezolano-de-conflictividad-social-y-conflictove-violencia-en-las-colas-escasez-de-solidaridad-articulo-de-marco-a-ponce-y-mikel-las-heras.html