Jorge Roig: Ni Maduro es Chávez, ni yo soy Carmona

Jorge Roig: Ni Maduro es Chávez, ni yo soy Carmona

(Foto EFE)

 

Jorge Roig, presidente de Fedecámaras, descarta estar detrás de una supuesta “guerra económica”. El representante de la organización empresarial hace un llamado al Gobierno a entablar un diálogo para buscar soluciones a los problemas económicos del país, publica La Verdad.

Por Daniela García/ [email protected]





Acusado directamente por el presidente Nicolás Maduro de promover una “guerra económica”, Jorge Roig, presidente de Fedecámaras, niega que él o la institución que representa estén detrás de planes para desestabilizar, publica La Verdad.

“Rechazamos la especulación, el acaparamiento y cualquier práctica perversa. El llamado que hacemos a nuestras empresas es para que produzcan, pero para eso necesitamos las mejores condiciones”.

Desacredita los señalamientos del mandatario nacional, quien lo responsabiliza de promover un paro como el de 2002; cuando el Poder Ejecutivo estaba en manos de Hugo Chávez y Fedecámaras a cargo de Pedro Carmona.

“A las instituciones las hacen sus personas. Ni Maduro es Chávez, ni yo soy Carmona. Somos figuras diferentes. Aquella Fedecámaras llamó a un paro, esta Fedecámaras llama a la producción”.

Roig considera que se acusa a la organización de promover una guerra por hacer un llamado de alerta sobre los efectos de un modelo que no le ha dado resultados económicos positivos al país.

Durante una visita a La Verdad sostiene que en la última década desaparecieron cuatro mil 300 industrias y 200 mil establecimientos empresariales, lo que en parte incide en el elevado desabastecimiento que existe en el país.

“Tenemos un desabastecimiento que en promedio está en 22 por ciento, pero que en productos de primera necesidad como la leche llega a 90 por ciento. Lo normal puede ser cinco por ciento, pero en nuestro caso es casi cinco veces mayor. Esto es por un modelo que atenta contra el sector privado”.

Indica que las empresas privadas que siguen presentes tienen serias dificultades para producir, mientras que las que están en manos del Estado no son capaces de abastecer los anaqueles con los rubros indispensables.

Las trabas

El presidente de Fedecámaras afirma que la tragedia del empresariado no son las dificultades para obtener divisas directamente de Cadivi, sino la imposibilidad de tener acceso a moneda extranjera en general.

“Las empresas tienen los bolívares en sus cuentas, pero no tienen la posibilidad de comprar los dólares que necesita para traer mercancía. Eso pasa por la penalización del mercado cambiario, que es lo que tiene el juego trancado”.

Está convencido de que el Gobierno reformará la Ley Contra Ilícitos Cambiarios, para que exista la manera de transar legalmente con moneda extranjera. “El segundo punto de la Ley Habilitante es el cambio de esa normativa”.

Cree que hay modificaciones puntuales que tienen que hacerse: Una es que el Banco Central no sea el único oferente, sino que exportadores puedan vender divisas a una tasa distinta a la oficial (6,30). Otra es que regresen las casas de bolsa, para que sean las intermediarias entre quienes vendan y compren dólares.

Considera que es necesario que se frene el financiamiento del ente emisor al Ejecutivo, pues es el exceso de bolívares en circulación lo que, en parte, presiona el precio de la moneda extranjera.

Diálogo necesario

Roig advierte que este año culminará con resultados negativos. “Los indicadores hablan por si solos. Tenemos una inflación de 52 por ciento; unas reservas operativas de 800 o 900 millones de dólares, eso solo una semana de importación; un desabastecimiento promedio de 22 por ciento y una caída de los inventarios”.

Recuerda que la organización que representa desde hace dos años alertaba sobre lo que podía ocurrir en el país como consecuencia de la aplicación de un modelo que considera errado. “No por eso nos pueden acusar de promover una guerra”.

Hace un llamado al Gobierno para que se reúna con el sector privado. Resalta que es necesario acabar con la “diplomacia de micrófonos”. Cree que en una mesa en la que participen todos los sectores se pueden encontrar soluciones a los problemas.

“Hace falta un diálogo tripartito, entre Gobierno, empresarios y trabajadores. Ya nos hemos reunido con las centrales de trabajadores, pero ese diálogo está incompleto, aún hace falta el Gobierno”.

Sobre la posibilidad de ir preso acusado de ser el responsable del “sabotaje económico”, Roig sostiene que tiene “la conciencia tranquila”. “Obviamente, el estado de derecho de este país hace pensar que pueden ocurrir cosas para las que uno no está preparado. No temo por mí sino por mi país. Me escogieron para ejercer este cargo y voy a hacer lo que debo hasta el fin de mi ejercicio, que se vence en un año y cinco meses. No tengo otra aspiración”.

La acusación

Durante las últimas dos semanas, Nicolás Maduro, presidente de la República, acusó en reiteradas oportunidades a Jorge Roig, presidente de Fedecámaras, de estar detrás de un “sabotaje económico”, por lo que advirtió que aplicará “todo el peso de la ley”.

“Señor Roig, después no se declare perseguido político. Usted le ha declarado una guerra económica al país. Aténgase a las consecuencias legales”.

 

 

“Nuestra agenda no es ejercer el poder político, sino influenciar en la agenda pública. No somos una institución de oposición, sino más bien de posición”.

Jorge Roig, presidente de Fedecámaras.