Los venezolanos se juegan el todo por el todo en las municipales de este domingo. Por segunda vez en los últimos 15 años el país se enfrenta a la cruda realidad o disyuntiva de perder o recuperar su democracia. Y de acuerdo al comportamiento de los electores, podrían decidir si van a celebrar las últimas elecciones para elegir a sus autoridades locales.
La primera vez fue en el 2007, cuando el entonces presidente Hugo Chávez intentó reformar la Constitución pero su proyecto socialista fue derrotado en la consulta popular. Ahora su sucesor Nicolás Maduro intenta imponer a la fuerza el modelo chavista-socialista bajo el nombre de Plan de la Patria o el Estado Comunal dictando decretos con los superpoderes que le faculta la Ley Habilitante.
El experto en temas municipales, Carlos Romero Mendoza, subraya la trascendencia de los comicios: «No es cualquier elección, no se trata de simplemente opinar sobre un modelo de gestión, se trata de opinar y elegir un modelo de organización política, social y económica: el Municipio o la Comuna».
«El gran reto histórico es elegir alcaldes y concejales que tengan la capacidad de repensar al Municipio como actor esencial en la recuperación de una Democracia plural e incluyente y que con participación logren la inclusión social en la tarea de construir el Estado Federal y Descentralizado que exige la Constitución», añade Romero.
Las municipales también son vistas como un plebiscito en el que Maduro pone a prueba su legitimidad tan cuestionada por su rival, el líder opositor Henrique Capriles, que le impugnó su victoria de apenas 1,4 puntos a su favor el 14 de abril pasado por fraude e irregularidades.
Según el portal de «VenEconomía», el otro debate importante estará enfocado «en quién sume más votos en todo el territorio nacional y quién comunique mejor su narrativa de triunfo», tal como explica el Informe Croes-Gutiérrez Diciembre 2013.
Indica que «un escenario de victoria para el chavismo ayudaría a reflotar a Maduro y despejar dudas sobre su legitimidad y simultáneamente, sometería a Capriles a mayores dificultades y críticas dentro de la propia oposición». Y que un «escenario de victoria opositora, abre la posibilidad de que la MUD retome la ofensiva estratégica y de cambio político, mientras que Maduro será percibido definitivamente como una amenaza para la continuidad del proyecto político revolucionario».
Estos dos retos tan trascendentes se hacen aún más relevantes por realizarse en una época de irrespeto a los derechos políticos y civiles.
Como nunca antes, «la lucha electoral hoy es espinosa, debido a que el contrincante es un régimen totalitario que subyuga todos los poderes públicos, y que no tiene en su mente ni en sus propósitos el respeto al derecho de elegir en libertad», añade VenEconomía.
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