ABC: El gabinete de Maduro medió en una operación de narcotráfico

ABC: El gabinete de Maduro medió en una operación de narcotráfico

Nicolás Maduro (i) junto a los líderes del FMLN, Salvador Sánchez Cerén (centro) y José Luis Merino

Merino, hombre fuerte del partido salvadoreño, envió a un capo de la droga para negociar con las FARC en un vuelo gestionado con el despacho del presidente venezolano, publica ABC de España.

Emili j. Blasco /ejblasco / Corresponsal en Washington/ABC de España

Nuevas vinculaciones con el narcotráfico del partido gubernamental de El Salvador, el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), salen a la luz a dos meses de las elecciones presidenciales en ese país. Después de que la ayuda chavista a los Zelaya fracasara hace dos semanas en Honduras, la reelección del FMLN supondría una radicalización de El Salvador y su integración en el ALBA, la asociación de izquierda populista promovida por Caracas. Honduras y El Salvador son importantes para la circulación de la droga desde Colombia-Venezuela a México y Estados Unidos.





Según queda ahora al descubierto, cuando ocupaba el puesto de canciller venezolano, Nicolás Maduro medió para que el FMLN mejorara su acceso al tráfico de drogas. Un correo electrónico interceptado por personal de inteligencia extranjera muestra los trámites seguidos entre el despacho de Maduro y el de José Luis Merino, hombre fuerte del FMLN, para el viaje de un capo de la droga a la frontera de Venezuela con Colombia.

El correo

«Hermano!! Esta es la solicitud para que nos heches (sic) la mano con lo del permiso de sobre vuelo. El comandante Ramiro pide que confirmes con Nicolas la visita a Apure. Saludos». Seguidamente se daban los datos del avión y del pasajero, Roberto Adamo, alguien que el FBI tiene por miembro de la mafia calabresa e implicado en nacrotráfico. El correo, del 4 de marzo de 2011, lo enviaba Erick Vega, mano derecha de Merino, a Gustavo Vizcaíno, que entonces trabajaba con Maduro en la Cancillería y luego le siguió al entorno de Presidencia.

Merino, conocido en el tiempo de la guerrilla como comandante Ramiro, ya ha sido vinculado en el pasado al narcotráfico por sus contactos con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). «Hay suficiente información que claramente presenta a Merino como alguien con fuertes conexiones con las FARC, de hecho su nombre apareció en el ordenador de un importante líder de las FARC, Raúl Reyes, cuando este fue matado en 2008», afirma Michael Braun, un experto en la lucha contra el narcotráfico por su previa experiencia en la DEA, la agencia estadounidense contra la droga. Braun recuerda que las FARC, además de grupo terrorista, son «el mayor productor y distribuidor de droga del mundo».

En la documentación que se adjuntaba en el mencionado correo figuraba un pasaporte del narco Roberto Adamo (uno de los varios que utiliza) y el del piloto, un estadounidense de origen iraní, así como los datos del reactor ejecutivo bimotor, de matrícula N769M, utilizado. El hecho de que no hubiera copiloto, a pesar de que es exigido por las regulaciones internacionales, y que el destino fuera Apure, donde las FARC operan impunemente y legalmente no deben llegar vuelos internacionales, remarcan el motivo ilícito del desplazamiento.

El cruce de una serie de correos entre los asistentes de Maduro y Merino, entre 2010 y 2012, muestra una estrecha coordinación del FMLN con el chavismo. En ellos se concretaron viajes de Merino a Caracas, así como varios asuntos de cooperación entre ambos gobiernos. Esto último evidencia cómo el exguerrillero es el hombre fuerte del FMLN, aun estando fuera del Ejecutivo salvadoreño. Merino es además quien controla la ayuda petrolera de Venezuela a través de Alba Petróleos de El Salvador.

Como desveló ABC hace unos meses, los dirigentes del FMLN han estado pagando la deuda petrolera contraída con Pdvsa, la compañía nacional de petróleo venezolana, con cargamentos de café entregados a un precio por encima del del mercado, lo que da margen para operaciones encubiertas. Los alcaldes del FMLN han financiado así sus agendas.

“The Wall Street Journal” aseguraba en 2008 que los alcaldes del FMLN vendían ya el 20% del diésel vendido en el país, poniendo el galón (3,78 libros) a treinta céntimos más barato que otros distribuidores. Con el tiempo, la compañía estatal venezolana ha favorecido grandemente a una opción política concreta, perjudicando la libre competencia en El Salvador.