Rodríguez Torres estima caída en tasa de homicidios ante ofensiva de Maduro

Rodríguez Torres estima caída en tasa de homicidios ante ofensiva de Maduro

AVN

La tasa de homicidios en Venezuela bajará casi una cuarta parte este año en medio de una ofensiva del presidente Nicolás Maduro, según un ministro del Gobierno, que culpó por la percepción de inseguridad reinante a la propaganda opositora. REUTERS

La delincuencia es desde hace años la mayor preocupación de los venezolanos. Los homicidios -52 por cada 100.000 habitantes el año pasado, o unas 15.000 personas según cifras oficiales- son el talón de Aquiles de la seguridad en el país petrolero.

Ni bien llegó al poder tras el fallecimiento de su mentor Hugo Chávez, Maduro puso al combate de la criminalidad como la prioridad de su Gobierno, lanzando efectivos militares a las calles de Caracas con su plan “Patria Segura”.





El resguardo ciudadano por parte de militares es un tema sensible en Venezuela y ha sido criticado por grupos de defensa de los derechos humanos, que consideran al cuerpo castrense poco preparado para asumir tareas de orden público.

Pero el ministro del Interior y jefe del servicio de inteligencia, Miguel Rodríguez, aseguró a Reuters que seguirán en las calles como parte de ese plan “hasta tanto la Policía Nacional tenga la capacidad de abarcar esos espacios”.

“No estamos en el estado ideal, nos falta mucho por hacer, pero sí estamos caminando con paso firme hacia donde tenemos que ir”, precisó Rodríguez, un general del Ejército de 49 años que fue un cercano amigo y aliado de Chávez desde su intento de golpe en 1992 hasta su muerte en marzo por un cáncer.

Para Rodríguez el impacto del plan fue inmediato. Y aseguró que la tasa de asesinatos despedirá el 2013 en su menor nivel en cuatro años: 39 homicidios por cada 100.000 habitantes.

Pero aún con esta reducción, la tasa es una de las más altas del mundo. En América solo es superada por Belice, El Salvador, Honduras y Jamaica, según cifras de Naciones Unidas.

Las organizaciones no gubernamentales ponen en duda las cifras oficiales.

El Observatorio Venezolano de Violencia, por ejemplo, dijo que su cifra más conservadora arrojó una tasa de 73 homicidios por cada 100.000 personas el año pasado y que para este año espera un aumento del 23,8 por ciento en las muertes violentas.

Para Rodríguez, la discrepancia en los números se debe a un inexacto conteo de los cadáveres en las morgues, a donde llegan fallecidos por causas naturales y a desinformación deliberada de medios opositores.

“¿Qué es lo que se pretende con esto? Mantener algo que en la seguridad es muy importante: la percepción. Ellos siempre mantienen la percepción mucho más arriba de los que es la realidad”, dijo durante una entrevista en un nuevo centro de monitoreo y respuesta a emergencias en Caracas.

A los venezolanos desde hace años la inseguridad les quita el sueño. Los secuestros “express” se han convertido en una táctica común de extorsión, aunque el ministro dijo que bajaron un 51 por ciento en lo que va del año sin dar una cifra total de casos.

“MAGNICIDIO”

Durante los ocho meses que lleva en el poder, el presidente Maduro denunció varias veces complots para asesinarlo a él y al segundo del oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela, Diosdado Cabello.

Sus críticos dice que son cortinas de humo para desviar la atención de los venezolanos del crimen, la galopante inflación y otros problemas estructurales de la nación con las mayores reservas de petróleo del planeta.

Pero Rodríguez afirmó que él personalmente ha visto detalles y entrevistado a testigos que demuestran que hubo un complot real de “magnicidio” ordenado por personas vinculadas a la derecha en Miami, Bogotá y Costa Rica.

Dos sicarios colombianos, detalló, fueron arrestados meses después de que Maduro llegara al poder portando rifles de asalto en el municipio Los Teques, cercano a Caracas.

Rodríguez dijo que ambos reconocieron que llegaron a Venezuela para asesinar a alguien y llevaban consigo las fotos de Maduro y Cabello. Además afirmó que fue detectado un segundo complot desde Colombia que están monitoreando.

Como jefe de inteligencia durante casi una década, Rodríguez dijo haber estado involucrado en la desarticulación de dos de varios complots en contra del ex mandatario Chávez a lo largo de sus 14 años en el poder.

En uno de los casos, recordó, 150 sicarios colombianos se infiltraron en el país con un plan para bombardear desde el aire el lugar donde Chávez transmitiría una edición de su programa de televisión “Aló, presidente” y, si fallaba ese plan, planeaban ir tras él al palacio presidencial.

“Me dijo en mi cara que su instrucción era matar a Chávez”, contó el ministro sobre el capturado líder del grupo. “Dijo ‘yo personalmente le voy a arrancar la cabeza a Chávez, le voy a cortar la cabeza al presidente y me voy a fumar un tabaco cubano en su escritorio'”.

Los opositores de Chávez y Maduro muchas veces se mofan de estas denuncias porque dicen que la evidencia es escasa y que el Gobierno simplemente inventa o infla los casos para justificar lo que catalogan de un estilo “autocrático”. REUTERS