Gustavo Coronel: Las raíces de la violencia en la Venezuela chavista

Gustavo Coronel: Las raíces de la violencia en la Venezuela chavista

 

En la foto de arriba vemos a la ministro de prisiones, la inepta y corrupta Iris Varela, socializando cordialmente con un grupo en el cual – segun nos dicen Diego Arria en su twitter –  y múltiples amigos por Internet, incluyen uno o dos indiciados por el asesinato de Monica Spear y su ex-esposo.





Implacablemente la verdad aparece sobre las raíces de la violencia en la Venezuela chavista. Han sido 15 año de prédica de odio, de progresivo envilecimiento de la población, a la cual se le ha comprado lealtad política con limosnas, promesas incumplidas e incumplibles e inyectándoles el veneno de la lucha de clases.

Los asesinatos de 23-24000 venezolanos durante 2013 no han sido el producto del hampa comun, como quisiera hacernos creer el torvo Maduro. Son el producto de un proceso de aniquilamiento de la clase media venezolana, por parte de bandas pseudo-políticas, pseudo-hamponiles, las cuales se han formado en el clima de resentimiento social impuesto por Hugo Chávez Frías y sus cómplices durante 15 años. Casi todos los malandros son personas de 18-20 años, “educados” bajo un régimen totalitario, acomplejado y resentido, lleno de odio hacia quienes tienen educación y bienes productos de su trabajo. Chávez y ahora el torvo Maduro han predicado con saña  en contra de lo blancos, de los ricos, de los niños de papá, tratando con trágico éxito de dividir al país entre blancos y de color, ricos y pobres, buenos (los pobres) y malos quienes tienen algo.

Sobrino de Hugo Chávez en pose característica. Miembro de la generación maldita

La primera combatiente, la nepótica Cilia Flores. Que diablos hace esa mujer con un fusil en la mano? Y, al lado, la Celestina ministro de la defensa de Venezuela y ficha de los Castro, como puede verse abajo:

Castro, Villeguitas, la Celestina, el torvo y la primera combatiente. Dios los cría y ellos se juntan.

 

Son seres consumidos por el odio y la necesidad de conseguir la droga