Un proceso constituyente deviene en una sociedad cuando ha ocurrido una ruptura irreversible del sistema social y político vigente, producto de un conflicto entre los agentes politizadores más representativos de la sociedad. Con esto, se comienza de cero un nuevo orden jurídico-político para estabilizar a la Nación, – un nuevo orden. Un proceso constituyente se lleva adelante con los sectores e intereses que le dan vida a la sociedad (empresarios, gremios, partidos políticos y organizaciones sociales más influyentes), pues son estos los que se ponen de acuerdo en las normas y principios que los acomunan como nacionales de un país.
Ahora bien, en lo que nos queda de país, no hay un verdadero conflicto político-existencial entre el régimen y quienes oficialmente se le oponen: ¡ellos dialogan! Esto no ocurre casualmente; esto es parte de la naturaleza de hombres que son del mismo trazado ideológico que los que hoy están en el poder, y que viven haciendo conexiones y puentes de entendimiento para llevar la “fiesta en paz”. Y digo fiesta a propósito, porque eso es lo que ha demostrado ser, para la decadente clase política de hoy, la situación de la República. Mientras ellos tengan sus cargos y estén cómodos, no van a luchar en contra. ¿Acaso no es esto obvio?
Al régimen comunista, comandado por el agente cubano ilegítimo con doble nacionalidad, le es satisfactoria la actitud de sus “contrincantes”, pues ahora “trabajaran juntos” como nunca antes.
Pero, como lo dije el 2 de diciembre del pasado año, en mi artículo “Guerra a lo mediocre” (http://goo.gl/3Xgm0k), la MUD está dejando de ser lo que era bajo la tutela de los dos “líderes” que, ya desde los autoconvocados, estaban sacando los pies de la MUD. Habiendo llamado a votar, luego de acompañar el llamado a fraude; habiendo sido parte del proceso de legitimación del ilegítimo; ahora dicen que esto es una Dictadura, y que el CNE es chimbo y que son súper-radicales.
Quieren llevar adelante una constituyente para “refundar a la República”. Pero, ¿cómo puede ser eso posible si no hay conflicto, – más bien diálogo? Y ¿cómo pueden hacerlo si el sistema NO se fractura, de manera irreversible, precisamente porque colaboran con el régimen cada vez que los necesita, con la excusa absurda de “no dejar los espacios vacíos”? –Habiendo respondido esto, estamos frente a una situación de ingenuidad-cero: esto es intencional.
Sabiendo que el Foro de São Paulo tiene metidas sus manos en Venezuela y Colombia, con vehemencia, llevar adelante esta falsa bandera, bajo la excusa de que “es una estrategia en la que se quiere movilizar a la gente –por lo de la cultura electorera-, para que cuando llegue el momento y no nos den las condiciones, entonces dar el zarpazo”, es mucho más que peligroso y desgraciado para la Nación: es traición. La campaña que comenzará en los próximos días para “debatir”, dará como “resultado” -como una esperanzadora “casualidad”- que “el pueblo quiere” constituyente.
Hacer creer en las buenas intenciones de un régimen, que confisca la Libertad para poder cumplir con sus objetivos internacionalistas, no es de ingenuos: es de miembros de esa agenda. Los cubanos comunistas están infiltrados en la Fuerza Armada, en los partidos políticos y en cantidad de organismos estatales, y que les sigan poniendo a Venezuela en bandeja de plata no es una oportunidad que vayan a desaprovechar. –El régimen va a aceptar. Va a llamar a contarse y hará ganar a los ciegos; eso sí, el proyecto y el proceso lo controlan ellos. Todo un éxito para José Vicente Rangel y su gestor de La Colina.
Al mismo tiempo, el profesor comunista Agustín Blanco Muñoz, invierte su tiempo y esfuerzo en la misma propuesta constituyente. A través de un “movimiento de movimientos”, tiene la ilusión de establecer el proceso “desde las bases” –cliché comunistoide para que suene “in”-: que “el colectivo” sea el que convoque, vigile y lleve adelante el proceso de refundación de la República. Esto, obviamente, ni siquiera podrá ser posible porque, en su empeño de ver al hombre como colectivo-especie, no va a comenzar ni siquiera por donde debe hacerlo; lo que, por cierto, ha ocurrido desde que está con ese tema. De tal manera que no tendrá más remedio que ser parte de “ #LaSalida ”.
En definitiva, la dupla Maripoldo termina de colocar a Venezuela en una bandeja de plata para los alegres emisarios del Foro de São Paulo. Tan es así, que, los nuevos Caballos de Troya para la oposición oficial, son solidarios con la otra estrella del Castro-Chavismo en Colombia -denominado así por los mismos colombianos-, Gustavo Petro: ex alcalde de Bogotá, destituido por el sistema de Justicia de Colombia. Sus palabras de aliento y asesorías entusiasmadas hacia Petro, dejan en evidencia que todo está alineado.
Tienen que actuar los responsables de la institucionalidad y el resguardo de las leyes de Venezuela: para sacar a los militares que deshonran el uniforme y que son cómplices de este régimen entreguista y sus colaboradores. NO tiene que ser una preocupación lo que digan estos actores en contra de una intervención como está estipulada en la ley, que ponga orden en las instituciones y que expulse del suelo patrio a los comunistas cubanos. Es obvio que los traidores y los cómplices estarán siempre en contra de restaurar la soberanía de la Nación, pues va en contra de ellos mismos la Libertad de Venezuela.
– – Jóvenes en la incertidumbre: el primer paso para ser libres es romper con cualquier vínculo existente hacia la MUD o el PSUV. La vitalidad de estos actores proviene de la permanencia de ustedes allí, para cumplir con sus perversos y antipatrióticos objetivos; uno de ellos y es el que va en contra de nosotros directamente, se materializa en esta propuesta constituyente, pues es abrirle camino a la legalización e instauración de lo que nosotros evitamos en el 2007 ganándole a Chávez y a los que querían que reconociéramos una derrota: no podrán borrar de la historia nuestra pasión de Libertad. Los van a hacer sentir culpables -con argumentos tan depreciados como “es que esta juventud está dormida”- precisamente estos, que hicieron todo lo posible para coartar cualquier iniciativa seria en contra del régimen, que llevaron adelante ustedes en su momento. Recuerden: ser libre es no ir en contra de uno mismo.
Ya han sido más que suficientes los perdonismos. Ya han sido suficientes las confianzas a ciegas. Ya ha sido suficiente el traficar esperanzas, de ese “ahora sí”. Queremos ser libres y vamos a guerrear para lograrlo. Los que están en contra de este sistema deberán demostrarlo con sus acciones, no con puros discursos y panfletos; – si quieren ganarse nuestra confianza tendrán que ser coherentes. Los venezolanos tenemos la voluntad de acabar con tanta decadencia y de transitar hacia la verdadera refundación de la República, la Venezuela Futura, con un buen comienzo: la caída definitiva del comunismo y sus aliados.
Roderick Navarro