‘Luchan por la propiedad legitima que les expropiaron’ por @damianprat

‘Luchan por la propiedad legitima que les expropiaron’ por @damianprat

Luchan porque no les han querido

pagar esa legítima propiedad

que les expropiaron





Ni mas ni menos es ese el caso de los llamados “accionistas B”  de Sidor, trabajadores y extrabajadores de la siderúrgica.  Son 15 mil sidoristas de los cuales 10 mil (en cifras “redondas”)  son ex trabajadores y los otros 5 mil son trabajadores activos, que eran legítimos propietarios del 20% de Sidor.  Dueños de varios millones de acciones que ellos compraron y pagaron legalmente.  Nadie se las regaló.  Fue una inversión que hicieron en una empresa que tenía entre sus objetivos ser productiva y rentable para la nación y para sus accionistas. Y que lo era.

 

Todo comenzó con la Ley de Privatización de 1997 que ordenó reservar al estado 10% (posteriormente subió a 20% en una reestructuración de deuda) de la Sidor en la que la transnacional Techint adquirió 60%.  Esa Ley reservó también  -modalidad interesante-  20% para ser adquirido por trabajadores y ex trabajadores que manifestaran su deseo de hacerlo, de acuerdo a unas normas reglamentarias (antigüedad, etc) que se fijaron.  Esa Ley le ordenaba taxativamente al Estado dueño del 20% y a los directores que designaran, “vigilar y preservar los intereses nacionales”, cosa que por cierto el gobierno dizque revolucionario nunca se ocupó de cumplir a lo largo de sus 9 años de co-responsabilidad (pero eso es tema de análisis en otro momento y está bien claríto en mi libro “Guayana: El milagro al revés”). Y al convertir a varios miles de sidoristas en co-propietarios también buscaba un triple objetivo:  |1.- Hacer justicia social (especialmente con los pioneros de la industria pero en general  con todos) 2.- Desarrollar la idea de la democratización de la propiedad  3.- Que fuesen también garantes del interés nacional, estando adentro y teniendo directores.

No hay que olvidar que el 90% del tiempo de vigencia de Ternium-Sidor, es decir, la administración de esa Ley, transcurrió en 9 años de gobierno de Chávez.   Todos en Guayana sabemos cuantas luchas se dieron, incluyendo protestas de calle, para vencer la resistencia del gobierno “revolucionario” (¿?) a la concreción de esa propiedad compartida con los sidoristas accionistas B. ¿Ya olvidamos, por ejemplo, la histórica “tranca” de la ciudad que colapsó, un 25 de septiembre de 2005, cuando Chávez visitaba Puerto Ordaz?. Trabas, excusas, enredos, “que ya va porque falta un dictamen de no-se-cual comisión de la AN”.  O también “que debe ser analizado y aprobado primero por la Procuraduría y la Contraloría… esperen que eso va a tardar unos meses”.  El presidente de CVG que luego fue gobernador. Muchos ministros. Miraflores. Siempre había obstáculos y “peros”.  A la “revolución” no le gustaba eso que alguna vez denominé como “el socialismo bueno”, donde la gente es propietaria y protagonista independiente en contraposición al “socialismo estatista” tipo URSS o Cuba donde el partido-Estado (y por tanto la camarilla que gobierna) es el dueño de todo “en nombre de la clase obrera y del pueblo”, los cuales, sin embargo solo tienen el rol de “obedecer” y ser controlados.

 

A partir de 2005 comenzaron los 15 mil accionistas a cobrar sus “excedentes de caja” trimestrales aunque aquello fue otra pelea contra la voracidad de la burocracia roja rojíta.  Era una buena inversión, un ingreso útil para una vejez digna que levantó la calidad de vida de miles y una herencia valiosa para sus familias.  Saquen la cuenta.  En 2007, último año antes de la reestatización, Sidor produjo 4.3 millones de toneladas de acero, arrojó 704 millones de dólares en ganancias (20% para el estado y 20% para los sidoristas accionistas B) y pagó 10 mil millones de bolívares en impuestos municipales que en teoría se revertían en servicios a la ciudad.  En 2012, al quinto año  de ruina roja rojíta, Sidor produjo apenas 1 millón 722 mil toneladas (perdió el 60% de su capacidad productiva) y sus pérdidas alcanzaron la horrible cifra de 960 millones de dólares. Espantoso.  ¿Estos gobernantes no le van a responder nunca a Venezuela por ese desastre? ¿O será culpa de las telenovelas, de las iguanas o de alguna “guerra económica”?

 

 

Vencidos mil obstáculos, a finales de 2007 miles de accionistas B eligieron los dos directores principales y dos suplentes que les correspondían como propietarios del 20%.  Pero en Marzo de 2008, el gobierno reestatizó Sidor.  Y de inmediato cambió el objeto social de la empresa que ya no era “ser productiva y rentable”, sino “el (supuesto) socialismo” que es una forma “elegante” de disfrazar a  la irresponsabilidad, el desorden, la indolencia, el abandono del mantenimiento y las inversiones, el derroche, la corrupción, la gerencia de forasteros que nada saben de la industria, el centralismo burocrático, etc. Ya en 2009 Sidor produjo 1 millón 200 mil toneladas menos. Y siguió “palo abajo”. La destrozaron. La arruinaron.  Nunca tuvimos menos patria ni menos soberanía. Se importa lo que antes se producía aquí.   Y por supuesto, se violaron los derechos del trabajador como jamás antes.

 

El gobierno dizque “revolucionario, nacionalista y humanista” nunca le pagó (o reembolsó) a esos 15 mil sidoristas el valor de sus acciones expropiadas y confiscadas.  Y ya van 5 años en eso.  En cambio, sí llegó a un acuerdo justo con la transnacional por el cual le pagó 2.300 millones de dólares (incluyendo los intereses) por su 60%.  ¿Por qué a los venezolanos y trabajadores no les dio el mismo trato que a la transnacional?.  ¿Por qué la indignante discriminación?  ¿Por desprecio a lo nacional y a lo social?  ¿Acaso porque los sidoristas son humiles trabajadores y no son una poderosa transnacional?.  Revolución de pacotilla. Por eso tantas luchas y protestas.  Van mas de 100 acciones de calle en éstos 5 años.  Esos sidoristas  -con la ausencia y el silencio de Sutiss-  no están “pidiendo” nada. Reclaman que les paguen el valor de su legítima propiedad confiscada, en los mismos términos que a la transnacional.

 

“Así sería la arr….”.  Triste y doloroso. muy doloroso, el episodio de la muerte por infarto del ex trabajador de Sidor, Oswaldo García (62) que tuvo 25 años de servicio en nuestra siderúrgica,  en medio de la protesta que él y miles de sus compañeros protagonizaban  por la continuada burla del gobierno a su legítimo reclamo.  Los relatos que me hacen sus compañeros que estaban allí son desgarradores.  Habló varias veces y protestó, ante el micrófono y con los medios. Era el testimonio de un hombre indignado que sabía lo que se jugaba -lo dijo esa mañana-  debido a sus dolencias, pero estaba harto.   Cinco años de maltrato y atropello.  Y los anteriores.    Quizás ahora si aparezcan los recursos y se solventen las trabas burocráticas.

Público &  Confidencial

Damián Prat C

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