El Dínamo de Kiev propone un amistoso entre manifestantes y antidisturbios

(Foto Reuters/Vasily Fedosenko)

El presidente del Dínamo de Kiev -el equipo más importante de Ucrania-, Igor Surkis, propuso hoy a manifestantes y antidisturbios, que protagonizaron violentos enfrentamientos frente a su estadio, jugar un partido amistoso de reconciliación.
“Apoyo la idea del exjugador de la selección de Ucrania Yevgueni Lévchenko de celebrar un partido de fútbol entre el Euromaidán (como se conoce el movimiento de protesta popular contra el presidente ucraniano Víktor Yanukóvich) y los Berkut (cuerpo especial de policía antidisturbios)”, dijo Surkis a la agencia rusa ITAR-TASS.

Lévchenko, destacado centrocampista de la selección ucraniana entre 2002 y 2009, sugirió que los bandos que se enfrentaron en los violentos disturbios que se desataron en Kiev entre el 19 y el 23 de enero “arreglen su conflicto en un campo de fútbol”.

Surkis ofreció el campo cubierto de la base de entrenamiento del Dínamo para que el partido de la reconciliación se juegue en un ambiente “cálido, confortable y amistoso”.





Los disturbios de la semana pasada se desataron justo en las inmediaciones de la entrada principal del mítico estadio del Dínamo, situado en el mismo corazón de Kiev y a pocos metros de la sede del Gobierno ucraniano.

La columnata del estadio sufrió desperfectos y la estatua de Valeri Lobanovski, mítico jugador y entrenador del Dínamo y también de la selección soviética, fue ataviada por los manifestantes con un casco, gafas y una bandera ucraniana al cuello.

“Creo que el trato a la estatua de Valeri Lobanovski fue absolutamente vandálico. Sacamos a propósito la estatua fuera del estadio para que la gente pudiera verla y poner flores a sus pies. No hay derecho que se tratara de esa manera”, se quejó el presidente del Dínamo, el equipo más laureado de Ucrania, que también fue uno de los mejores de la URSS.

Los ucranianos son grandes aficionados al fútbol, como demuestran los partidos que juegan todos los días de forma espontánea tanto los manifestantes apostados desde hace dos meses en el centro de Kiev como incluso los antidisturbios.

Algunos activistas opositores que juegan por diversión y para entrar en calor en la misma entrada del estadio Valeri Lobanovski aseguraron a ITAR TASS que se enfrentarían encantados a sus oponentes de las fuerzas del orden.

Al otro lado de las barricadas, en el extremo opuesto del estadio, los Berkut también juegan “para calentarse”, en palabras de uno de sus agentes, pero no están por la labor.

“Para empezar los manifestantes más radicales deberían tranquilizarse y dejar de provocarnos”, dijo un antidisturbios.

Las protestas opositoras en toda Ucrania estallaron hace poco más de dos meses después de que el Gobierno del presidente, Víktor Yanukóvich, aplazara de manera indefinida la firma del Acuerdo de Asociación con la Unión Europea, prevista para fines de noviembre del año pasado.

Antes las creciente manifestaciones europeístas en el centro de Kiev, ocupado por la oposición, la mayoría parlamentaria oficialista aprobó el pasado día 16 una serie de leyes para restringir el derecho de reunión y otras libertades civiles.

Tres días después, la capital ucrania se convirtió en escenario de violentos choques entre manifestantes y policías antidisturbios que se cobraron varios muertos -seis, según la oposición; tres, de acuerdo a la versión oficial- y centenares de heridos.

El 23 de enero, ante la gravedad de la situación, las autoridades y los líderes opositores acordaron una tregua e iniciaron un proceso de negociaciones, en el que la oposición ha conseguido prácticamente todos sus objetivos, salvo la convocatoria de elecciones presidenciales y parlamentarias anticipadas. EFE