Alberto Franceschi: Intentando ser ponderado

Alberto Franceschi: Intentando ser ponderado

Quisiera ser lo más  ponderado posible para  alentar  procesos de definición política en la llamada oposición. La idea vino del gran amigo Orlando Vieira Blanco, sobre que me expresara con más equilibrio para  abordar las luchas de la oposición por su  unidad total y sin exclusiones a priori… y lo que sigue es mi intento.

No me pidió esconder mis posiciones,  auguró sí que ayudara  a hacer entender los dilemas actuales  de una oposición,  que debe superar su confusión y escepticismo,  porque  merece ser representativa de la mayoría nacional, como se logró en Abril de 2013.

Lo primero es decirle al señor Capriles que  se olvide de un liderazgo del tamaño desproporcionado que tuvo en el  pasado reciente,  que ya vimos como no se correspondió,  por decir lo mínimo,  con las expectativas que millones depositaron en sus capacidades,  no así para quienes  conocimos siempre sus graves limitaciones.





Que se olvide por supuesto de nuevas candidaturas presidenciales   y que quienes quieren competirle no intenten repetir  ese itinerario de nuevos aspirantes a convertirnos en masa de borregos rumiando  en el pastizal electoral del régimen,  a cambio de migajas crematísticas y a veces  ni tan exiguas,  porque salen riquísimos de esos puestos que tanto desean conservar.

Es un hecho, sin embargo  que por muy disminuido que haya quedado  el papel de Capriles en la oposición, él  puede y debe  sumar su concurso  al de otros  líderes  que estarían dictando pautas de como enfrentar el  calamitoso gobierno de Maduro,  en estas circunstancias heredadas de la confusión  y retrocesos de la oposición,  inducido por los líderes MUD y en particular por HCR  a partir del “frenazo de abril y del peregrino  llamado a plebiscito en diciembre último,  que  terminó  en  consecuencia  lógica como táctica suicida  yendo a parar al Palacio de Miraflores.

Allí terminó, como los del coro de Chávez días antes,  el otrora “dejador de pellejos” poco menos  que como prisionero  cuentadante  del  régimen chavista , por aquello de la descentralización  reducida a escombros y  la  obligante solidaridad  de corresponsabilidades administrativas  de Gobernadores  y Alcaldes,  con el poder central de Estado y particularmente con la Presidencia y el Ejecutivo,  que envía los menguados fondos del “situado constitucional” cada mes,  para pagar  las “clientelas opositoras”.

Aclaremos de una vez  que para demasiados venezolanos  nos resulta repugnante  la  práctica de ver despilfarrar enormes recursos del ingreso  nacional,   en la promoción  publicitaria de hegemonías del  gobierno y  de  figuras hegemónicas de la oposición, forjadas por intereses económicos  poderosos, cultores  del marketing  bobopositor.

A quienes  aspiran  el relevo de Capriles en el liderazgo les digo de una vez que  están obligados a mantener  unidas las fuerzas de todos los que nos oponemos  a este régimen piltrafa  que incluye de costadito  hasta fungen ahora  como ilusos dialogadores miraflorinos.

Y dejemos claro de arranque, que  quedarían muy mal parados  si lo que buscan es  sustituir a Capriles como precandidatos para  2019,  o incluso para obtener cuotas parlamentarias para los de sus entornos  dentro de dos  años.

Si se aspira a un cambio de rumbo en la conducción opositora,  luego del malhadado liderazgo de Capriles,  he de decir,  en haber de  mi argumento,  que esta vez  soy  yo,  quien  desconfió siempre  de  su calidad,  el que les recuerda,  a los aspirantes  a sustituirlo,  que Capriles lo hizo bien cuando por fin cambió su discurso, entre  enero  y  16 de abril  de 2013 y su desastre ocurrió  cuando no le dio el cuero a partir del 17 para reclamar nuestra victoria,  con la excusa de aborrecer  la violencia que por cierto fue de exclusiva responsabilidad del gobierno madurista.

Afirmo lo anterior porque  si es para mandar a apagar bombillos un cuarto de hora, o tocar corneta o volver  a las misas de campaña,  cuando no a las vergonzosas bailoterapias, entonces que siga Capriles, que al fin y al cabo ya estaba ducho en esas posturas blandengues como…  “LLamar a Salsa Casera”, con lo que  sustituyó el mensaje de rebelión general contra el fraude del 14 de abril.

En mi artículo  anterior…  http://albertofranceschi.com/si-lo-exigimos-en-mayoria-el-cipotazo-va/dejé explicito que no llegaremos lejos sino buscamos una coincidencia de fondo con el sector antimilitarista y anticastrista de las FFAA venezolanas.  Hablo de la vieja FFAA  como sinónimo de  quienes conservan las tradiciones de independencia   nacional y no de los impositores agentes cubanos que seleccionó Chávez por miles,  para usufructuar  peculados y así anular su integridad individual y de estamento institucional  con solvencia ética.

Repito entonces que el problema no es solo ir  a la calle sino que se sienta una poderosa fuerza político-social de fondo,  buscando la coincidencia cívico-militar,  para terminar los días de este gobiernito hambreador  y generador del  caos que se desarrolla frente a nuestros ojos, ya sin parar hasta el abismo.

Están planteándonos ahora  el  liderazgo emergente  de  María Corina y Leopoldo López, al cual trata de sumarse  el infaltable Ledezma,  que  de  cantar en Miraflores  el himno a coro con Chávez,  va  presuroso a la plaza Brion (es su derecho) porque  entiende su deber de solidaridad con opositores que planteen la lucha frontal contra el régimen, lo cual es mejor que irse al maratón de Miami, como el despechado,  porque ya no le rinden pleitesías y osan incluso cuestionarle sus formulitas capituladoras  de la cohabitación Ad æternum.

Y desde este liderazgo en plan de relanzamientos  se nos dice que la vía que debemos abrir es la de convocar una Constituyente.

A mí me parece muy buena esa convocatoria para realizarla desde  el momento que se tenga  una mayor porción territorial  bajo control de un Gobierno Provisorio,  que previamente haya expulsado militarmente a  todos los esbirros castristas incluyendo el funcionariado madurista.

Se los digo así para resaltar lo  portentosamente  ilusorio que lleva implícito eso de  quererle convocar  una Constituyente  al gobierno de Maduro,  que sería fin de mundo si este la aceptara, como clara expresión de la soberanía nacional.

Porque si no es esa  la aspiración de los que  plantean esta febril  propuesta,  entonces están fabricando un gran fetiche con el que pretende ocultarse u obviar una necesaria propuesta de imponer, por vías de hecho,  un gobierno, distinto y alternativo,  frente a la estafa madurista. ¿Por qué entonces no lo dicen?

Pero…¿Están proponiendo un gobierno que emerja  de una Constituyente, soberana y con poder? ESO,  es correcto,   aja…pero…  ¿ y cómo se  “constituye”  esa constituyente  si el gobierno de Maduro se niega a convocarla  y peor todavía…¿ cómo se hace si Maduro  hace trampa para cogérsela, como en 1999, lo hizo Chávez con el 98 % de sus diputados constituyentes?

Nadie puede discutir la validez  de una necesaria Constituyente para rehacer el Estado de la República de Venezuela  democratizada, pero primero debe  salirse de este régimen de losbolichicos y de jerarcas militares corruptos o cómplices  de  desmanes contra los intereses nacionales empezando por el de mantener  al estado chulo castrista cubano  con  más de 15 mil millones de dólares por año,  que  de lejos es nuestra principal carga  contra el ingreso petrolero y de nuestros impuestos.

Creo que los amigos convocantes a las entusiastas y combativas  jornadas de protesta del  2 de febrero, merecen 20 puntos, por la motivación explicita para  sacar la gente a la calle, pero en cuanto a la claridad estratégica  sigue la confusión,  porque sencillamente  no se dice cuál es el objetivo preciso,  más aún si se aspira a que  los manifestantes se multipliquen  en próximas jornadas como la convocada para el 12 de febrero próximo.

Porque  si siguen presentes  las graves carencias en la formulación de esa estrategia,  que pareciera  reducirse a desbancar a Capriles, pero quedarse en las mismas medias tintas del mismo  Capriles, aunque sean un poco más vehementes, lo perceptible  es que  se sigue  en el terreno del régimen y sus convenientes opositores a  la medida.

Maduro apuesta a que la oposición le ayude a  evitar  su caída en el  desbarranque y  ya logró con Ledezma, la señora de Rosales, Henry  Falcón Cocciola, Ocaris, Blyde, etc, que se apresten desde Miraflores, y cantando el himno con Chávez,  para  ese oficio de llamar a la calma para apagar incendios. Luego entró en el redil Capriles,  publicitado como coequipero  contra la delincuencia con el ministro Rodríguez Torres,  el mismo  encargado de la represión política contra la oposición… cosas veredes.

Si me permiten un resumen, creo llegado el momento donde  muchos liderazgos deben probar su competencia  porque,  más  que discursos y  relumbrones  de pantallas de TV,  se necesitan ideas, planes,  propuestas  visibles de ruptura con el régimen y expresar  vivamente un radical realineamiento  ideológico  para montar nuevas  opciones y la organización basada en esas ideas programáticas, que por fin sustituyan el marketing millonario del sifrinismo político, que lleva implícito la blandenguería frente a este régimen de oprobio castrista, que nos desarma y premia el escepticismo luego de cada gran desengaño electorero vicioso.

Admito que muy difícilmente se puede hablar con una franqueza  absoluta  sino desde una trinchera donde lo que menos esté planteado sea una candidatura. Los que no anden armando una  que den un paso  al frente  hacia altos riesgos y sin esperar compensaciones… muchos de mis lectores  me increpan que de yo también de el paso… no faltaba más…  desde que me borraron los grandes medios, de cuyo anonimato impuesto me les escapé  gracias a internet…espero en el dugout.  Mario Silva anda en campaña radial  para meterme preso… se quedará con las ganas…soy “inagarrable”, vivo en una rábida cartuja. Más rápido lo silencian a él que a mí.