Las descargas de música tienen los días contados

Las descargas de música tienen los días contados

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En una nueva edición del Mercado Internacional del Disco y la Edición Digital (MIDEM), evento en el que distintas personalidades relacionadas a este campo se reúnen para planificar sobre el futuro de la música, los expertos en la industria musical señalan que las descargas tienen sus días contados dentro de la siguiente década.

Según datos de Nielsen Soundscan, sistema de informática que graba datos de ventas de sencillos, álbumes y videos musicales, en Norteamérica las descargas de canciones perdieron entre 12 y 13%, en comparación con el mismo año del mes anterior.

Lo que apuntan diversos expertos es que el futuro está en las suscripciones de pago, ya que por una cantidad de dinero no tan abultada proveen al usuario de un catálogo repleto de música, más de la que podrían consumir y sin merma para la memoria de sus dispositivos.





Esto tendría un mayor impacto económico para la industria musical. Por ejemplo, la revista Billboard calcula que un ciudadano estadounidense se gasta un promedio de US$40,5 al año en música. Ese volumen se multiplicaría por tres o por cuatro de extenderse el “streaming” en su modalidad de pago.

Marc Geiger, responsable musical de WME — una de las agencias artísticas más importantes del mundo — agregó que las descargas de música cada vez tienen menos cabida en los móviles de los usuarios, los cuales están repletos de fotos y vídeos personales que se llevan la mayor parte de sus recursos de memoria.

Geiger señaló algo que a más de uno pueda parecerle sorprendente, o cuanto menos curioso:

‘Una industria de gigantes, en la que mandarán aquellas plataformas que superen los 500 millones de clientes’.

El representante de WME, calculó que en 10 años, 500 millones de clientes de pago suscritos a un servicio mínimo de 13,5 dólares al mes proporcionarían a la industria unos 80.880 millones de dólares al año. “Eso es el Santo Grial, es el Nirvana”, fundamentó, agregando además que “Si no empezamos a decir: ‘pasa del archivo y el CD, mejor apúntate a Spotify’, nos estaremos condenando a nosotros mismos”. Saborizante