Frente a las imágenes de Cristo, de la Virgen Santísima, santos y santas la delincuencia no se detiene. Robos, hurtos o simplemente destrozos a los bienes de las iglesias de Maracaibo se han visto en las últimas semanas.
Los párrocos de los templos de la capital zuliana han optado por alternativas para sobrellevar la situación; sin embargo, algunos como en el caso de la “San Tarcisio” no han logrado escapar, y en los últimos cinco meses han sido visitados cuatro veces por la delincuencia. El pasado 2 de febrero se volvieron a meter y sustrajeron los cables que habían adquirido para reparar los aires del robo anterior. Siete puertas rotas y algunos vidrios también han sufrido. Instrumentos musicales, planta de sonido, consola de video, compresor de 5 toneladas, un evaporador, bolsas negras y de paso la lismona de los fieles.
El templo, ubicado en la Circunvalación 2, no tiene aire en su altar mayor, oficinas y salones. Solamente tienen en un salón y en la capilla pequeña.
“Yo en la iglesia se instalaron 16 cámaras de seguridad, cerco eléctrico, y ahora estamos levantando una cerca perimetral para el estacionamiento y vamos a instalar un sistema de voceo y sirenas, que debe estar listo en 15 días”, detalló el padre Ovidio Duarte, párroco del Padre Claret.
El presbítero aseguró que los robos “han bajado considerablemente” en los últimos meses y que los sábados y domingos en las noches una patrulla del Cuerpo Bolivariano de Policía del Estado Zulia (Cbpez), sin ninguna solitud, lo que ve como positivo. “Nosotros hace seis años fuimos sometidos tipo comando en plena misa y a raíz de ese incidente decidimos colocar el sistema de cámaras de seguridad”.
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