Es inevitable referirse a los acontecimientos de la última semana, las protestas pacíficas estudiantiles iniciadas en San Cristóbal y Mérida contra la inseguridad en las Universidades fueron brutalmente reprimidas y provocaron la solidaridad del movimiento estudiantil en las principales capitales. En Caracas la marcha hacia la Fiscalía y la actuación de los llamados colectivos armados que ese mismo día dejaron un lamentable saldo de tres muertos, numerosos heridos y decenas de presos motivaron la solidaridad de importantes sectores de la sociedad. Más aún cuando hay gravísimas denuncias de tortura y violación de los derechos humanos contra los estudiantes detenidos, en general, y específicamente en Valencia.
Ante estas movilizaciones el gobierno, además de haber respondido represivamente, ha dado muestra -una vez más- de incoherencia e inmadurez, acusa a los estudiantes de causar la violencia y Maduro presenta unos vídeos que, como señaló alguien, eran dignos de Loco video loco ignorando los numerosos testimonios gráficos y fílmicos que muestran a integrantes de los colectivos y del SEBIN disparando, mientras no hay ninguno que muestre a un manifestante armado.
En una de las tantas cadenas Nicolás marcó distancia de los colectivos armados, sin embargo hasta ahora no existe actuación alguna que demuestre tal voluntad. Se reconoce que una orden fue desconocida por funcionarios del SEBIN y sin embargo no hay anuncio de ninguna medida.
Se pretende enjuiciar a Leopoldo y otros dirigentes por “instigación a delinquir” al haber convocado una marcha ¿cuántas no ha convocado el oficialismo que han terminado en situaciones de violencia? Es más, sin mucha propiedad, quienes se atribuyen el inicio del denominado proceso a los sucesos de febrero de 1989 y a su supuesta participación en ellos ahora pretenden llevar a los tribunales a unos jóvenes por incidentes menores.
Pero, junto a todas estas incoherencias, hay una gigantesca muestra de inmadurez, que provocó el rechazo de sus propios partidarios y obligó a una rectificación como en el caso de la suspensión de los servicios del Metro y Metrobus en los municipios Chacao y Baruta, lo que indica que quienes dirigen el gobierno no lo hacen con la serenidad que exige la actual situación.
También en el campo opositor se hace necesario reorientar los objetivos y el contenido de esta lucha, junto a enfrentar la represión y exigir castigo para los torturadores y asesinos hay que vincularla a los problemas más sentidos por la mayoría. Sólo así podrá ampliar su influencia y continuar ganando simpatías en otros sectores de la sociedad.
Luis Manuel Esculpi