Víctor Vielma Molina: ¿Nos vamos a cruzar de brazos?

Víctor Vielma Molina: ¿Nos vamos a cruzar de brazos?

¿Nos vamos a cruzar de brazos?

 

Víctor Vielma Molina/Educador/[email protected]





Todos, deberíamos ir más hacia adentro de nosotros mismos para adelantarnos a revisar, qué es lo que queremos por país en el futuro. Pues, ¿qué puede esperarse de un gobierno donde campea la corrupción, la impunidad, la intolerancia y la irresponsabilidad? ¿Qué puede prometer si cierra y censura a los medios de comunicación, cercena la libertad de expresión, si ultraja y persigue a la disidencia, si de hecho criminaliza y ataca  mortalmente con grupos armados a las manifestaciones? ¿Qué puede ofrecer un gobierno así para la patria y sus hijos por venir?

¿Qué hacer ahora, cuando los estudiantes, de manera determinante, se mantienen en la calle después de la grave represión madurista del 12-F? ¿Qué acciones vamos a tomar a esta hora, cuando se persigue a dirigentes políticos? ¿Acaso, todos no nacimos de esta madre patria, con los mismos derechos y oportunidades para aceptar que se maltrate al otro y al futuro del país? Todos, sin excusa alguna, deberíamos ver cómo nos están gobernando, cómo nos chantajean y nos manipulan.

Es injusto, mantenerse  con los brazos cruzados, cuando en flagrante violación de los derechos constitucionales y humanos, el gobierno maltrata a los hijos de la patria. Entonces, ¿qué hacer ante un gobierno que reprime  criminalmente a las protestas estudiantiles, que destruye a la hermosa capacidad de convivencia y admisión de la diversidad política que tiene el país? Además, ¿qué hacer, si este gobierno chavista-madurista ha dividido y quebrado económicamente, por sus malas políticas, al país? ¿Qué hacer si creó la escasez de productos de primera necesidad, generó la inflación y nos lleva inminentemente, según analistas políticos nacionales e internacionales, a la más terrible hiperinflación? Todo esto, por supuesto, provocado a causa de sus corruptelas, sus despilfarradoras políticas económicas, la  mala administración de los recursos de PDVSA, de las Empresas Básicas (CVG) y las consecuencias destructivas de las expropiaciones que el gobierno hiciera contra la empresa y la industria privada, que destruyó la producción.  Situación, que en conjunto, afectó la balanza de pagos, diezmó las reservas monetarias, sextuplicó la deuda total del país (más de 230 millardos de dólares)  hasta debilitar la economía a los extremos actuales. Así fue como la revolución destruyó a las fuentes de trabajo, incrementó el desempleo, incentivo el contrabando de extracción y destrozó la dignidad del venezolano. Esto, sin tomar en cuenta, las secuelas nefastas, que traerá la objetada “Ley de costos, ganancias  moderadas y precios justos”.

Entonces ¿qué hacer cuando este malestar, en su conjunto, desate un escenario de consecuencias impredecibles  y lamentables? ¿Qué hacer si Maduro no abre las puertas auténticas para las libertades democráticas, si no encuentra un cambio seguro para la paz y recuperación económica del país?  Pues, la torpe actuación de sus inconstitucionales grupos armados, que accionan bajo la impasible mirada y anuencia de la PNB, la GNB y del Cicpc, lastimó la sensibilidad estudiantil, propagó la rabia de la juventud  y activó el repudio del país.   La revolución, no pudo ocultar más su garra depredadora. Sus Frankenstein se desataron y dejan en evidencia que estamos ante un gobierno violento y represivo.   A Maduro, difícilmente sus grupos armados y rentados, podrán mantenerlo en el poder.  Nadie, que sienta que su país se arruina, que prevea  que su integridad física y la de los suyos están en riesgo, podrá seguir manteniéndose fiel a un gobierno que se hunde. Al parecer, este régimen segregacionista, adelantó la hora para recoger la siembra de sus tormentas.  Ahora está frente a un país indignado, defraudado y convulsionado. Pues, al disparar contra los estudiantes que ya habían cumplido con la agenda del día,  se autohirió de muerte.  Pareciera que no le queda más que echar un vistazo al closet y preparar sus maletas.