Venezuela está siendo gobernada por una canalla que no escatima métodos criminales para reprimir ni descaradas formas de mentir para mantenerse en el poder. Las detenciones arbitrarias, los asesinatos crueles sin sentido y las torturas ampliamente recogidas en fotos y videos de dominio público dan cuenta de la actuación vil de la canalla frente a la legítima protesta del estudiantado venezolano.
Durante años han mentido. Primero con la enfermedad y muerte de Chávez. Después con el triunfo electoral y por último con la supuesta guerra económica y el falso llamado a diálogo por la paz. Miente Maduro cuando culpa a la guarimba de ser culpable de cincuenta muertos. Miente Arreaza cuando afirma que la GNB no ha cometido excesos. Miente Jaua cuando inventa una conspiración y golpe de estado liderado desde el extranjero. Miente Cabello cuando habla de planes para atentar contra figuras del gobierno. Miente Ramírez cuando declara que hay suficientes divisas para satisfacer la demanda. No han dejado de mentir.
Cuentan con la complicidad de los otros poderes y del alto mando militar. Cuentan con el apoyo interesado del régimen cubano que los asesora sobre como reprimir a sangre y fuego y como ejecutar labores de espionaje. A cambio le regalan cien mil barriles diarios de petróleo y permiten su injerencia lo que configura alta traición a la patria.
Las necesidades del pueblo les importa un bledo. Fomentan la inflación y la escasez. Ya han comenzado a racionar las compras de alimentos. Alientan la inseguridad armando las bandas delictivas y los colectivos asesinos. Confiesan que al pueblo hay que mantenerlo en la pobreza pues si se superan se transforman en escuálidos. La canalla gobernante está jugando con candela y puede terminar quemada.
Juan Antonio Muller
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