Y le siguen respondiendo a Silvio Rodríguez

Y le siguen respondiendo a Silvio Rodríguez

Foto Referencial
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El diputado Stalin González, escribió una carta en respuesta a Silvio Rodríguez. Puedes leerla a continuación.

Al Trovador

Son menudos los recuerdos de mi infancia en las cuales tu música me acompañó, marcando mi forma de concebir el mundo, la política y la manera de entender cuál sería mi posición en ambas. Crecí entre el 23 de Enero y el centro de Caracas, al calor de las luchas sindicales de mis padres, dirigentes de izquierda, que hicieron parte de mi la revolución cubana y la esperanza del modelo socialista, así como las críticas a la falta de libertades, el estancamiento económico y la hiper-burocratización del Estado, que conllevaron al colapso de este sistema.





Cuando ingresé a la universidad, a la UCV, la militancia en un partido de izquierda siguió siendo mi escuela en la lucha por las reivindicaciones sociales, por la mejor calidad de vida de todos los venezolanos, por la búsqueda de una vía democrática y socialista que mitigara las amplias desigualdades en el país, que dignificara la vida de esos “tierrúos“ a los que haces referencia, que se acabara la corrupción.

Nada de lo esperado vi en la figura de aquel carismático, pero al fin y al cabo dirigente militar, que invadió la historia de Venezuela en 1992, y que en medio de inevitable colapso de los partidos tradicionales se abrió camino para traernos su revolución… Nada de ello sigo viendo ya después de 15 años en el poder de la maquinaria bolivariana, en la cual, lejos de superar aquellos errores que el socialismo en sus fracasadas experiencias nos advirtió, se repiten de forma tan irrestricta que parecen una gestión calcadas de un panfleto propagandístico brezheviano.

Leía en tu carta dirigida a Blades, que la “revolución es un vuelco, una ruptura, un cambio abrupto de perspectiva”, así lo también lo creo, y pensando en la revolución bolivariana, es interesante evaluar el devenir de la misma a la luz del concepto que esgrimes.

Podríamos señalar que en efecto, nuestra Constitución fue modificada, le cambiamos el apellido con la esperanza que fuera más participativa y protagónica. Nuestra forma de hacer política efectivamente ha dado un gran vuelco. Lo actores políticos que no estamos de acuerdo con los planteamientos del gobierno, ahora somos perseguidos, vigilados, catalogados como fascistas, apátridas, burgueses o traidores.

La economía Silvio, esa estructura fundamental en la cual deriva el sistema, parece que no ha dado muchas vueltas. Nuestra economía depende, cada vez más, de la renta petrolera , y como nota curiosa manteniendo la venta de barriles al archienemigo, que en estas materias no denominan “imperio”, sino socio comercial. Hoy por hoy somos incapaces, aún con las innumerables empresas expropiadas, de producir los productos básicos de nuestra canasta alimentaria.

La devaluación, subidas de IVA , la corrupción, así como la falta de comida siguen siendo preocupaciones de la mayoría (chavistas y opositores) que resuenan en nuestras calles y golpean nuestros bolsillos.

En la misma carta decías “el tiempo ha pasado, nos recuerda Blades, pero los derechistas venezolanos llaman “los tierrúos” a esos pobres sin zapatos que ellos explotan en el siglo XXI. Es imposible que una revolución haga felices a los dos grupos, porque la revolución va a dar justicia, y hacer justicia no es una fiesta de cumpleaños.”

Las revoluciones efectivamente no pueden hacerle justicia a todos, pero me hubiese gustado ver justicia en la mayoría. Estos quince años en el poder del llamado “socialismo del siglo XXI”, la tasa de violencia en el país ha aumentado geométricamente, muriendo sin distingo de clase miles de venezolanos. Los hospitales no tienen insumos, médicos, ni espacios adecuados; los maestros no tienen contratos fijos ni salarios acordes, las universidades autónomas no tienen presupuesto.

Silvio, en Venezuela se están torturando estudiantes, que pueden ser tus hijos, sólo por pensar diferente, sólo por querer anaqueles llenos de comida, por exigir tener un empleo digno y una oportunidad de superación.

Me pregunto Silvio, a cuál justicia te refieres, quizás llamas justicia a emprender un plan para hacer remodelaciones a los bloques del 23 de Enero y dejar las mismas a la mitad porque los responsables de las obras se robaron el dinero. Quizás llamas justicia al prometer el saneamiento del Río Guaire y que todavía esté contaminado porque de nuevo se robaron el dinero.

He de suponer que la justicia a la cual refieres, implica que la Guardia Nacional asesine a venezolanos que protestan pacíficamente su descontento, legítimo, por un gobierno que cada día habla más y hace menos. También supongo que lo “justo” es que los venezolanos pasemos horas de cola para conseguir comida y que debemos llegar a la libreta de racionamiento con la cual estás bien familiarizado, pero que no usas porque gozas del favor de los Castro.

Como ves Silvio, más que cambios abruptos, rupturas y vuelcos lo que veo son terribles continuidades. Venezuela continúa con desigualdad, pobreza, corrupción y con la dependencia económica que queríamos combatir hace años.

Creo que durante toda mi vida has acompañado mis luchas porque hemos aspirado a vivir en un mundo más justo. La diferencia es, creo, que busco un sistema donde la libertad y la justicia social puedan entenderse, en cambio tú Silvio, decidiste defender tu sistema a secas.

Este gobierno, al igual que el cubano, los cuales defiendes, han usado la esperanza de un pueblo para ser oprimirlos, negarlos, ignorarlos, como en cualquier sistema capitalista salvaje imaginado.

“…ojalá que el deseo se vaya tras de ti, a tu viejo gobierno de difuntos y flores…”

Además, los venezolanos tenemos un valor que entiendo que no comprendas, pues la revolución cubana no lo ha permitido vivirlo, que es la democracia. Más allá de la discusión de la revolución o no, quiero, espero y lucho por mantener el sistema democrático. Ninguna revolución, excepto la Francesa ha traído democracia y libertad, siempre son la excusa de unos cuantos ansiosos de poder.

La gestión del discenso, la posibilidad de alternancia, de pluralidad política, la separación del gobierno-partido- estado, de elegir y ser elegido, son elementos que no he de sacrificar, porque creo, y numerosas experiencias en el mundo lo confirman, que si hay alguna vía exitosa para reducir desigualdades, vencer la pobreza y limitar a los poderes, es la democracia.

Para mí, Silvio, antes de ser de izquierda, hay que ser demócrata.

Resulta una cachetada a la historia, que los que una vez resultaron oprimidos ahora detentan el poder para oprimir, no para liberar a nuestro pueblo, sino para sumirlo en su ira y sentimientos de venganza personal.
Es una contradicción que los antiguos líderes estudiantes, leedores de Marx , críticos de la URSS , hijos de desaparecidos y torturados por dictaduras de antaño, sean los dedos que señalan a los estudiantes , dirigiendo su mirada de desprecio y sentenciando a la represión a una generación que nada tiene de responsable por los acontecimientos del pasado.

“…Un bello arcángel aletea
junto a un gran pájaro de hierro.
Procura que un hombre lo vea
para ahuyentar cien mil destierros.
Pero el arcángel se sofoca
y un ala azul se le lastima
y el ave negra abre la boca
cuando atraviesan Hiroshima…”

No puedo quedarme de brazos cruzados mientras un poder totalitario, económicamente estancado y moralmente insolvente hace mi país añicos, en nombre de un socialismo lleno de sentimiento nostálgico y vacío de libertad y justicia social. Yo no abandono mis ideales, en esta CITA, sigo al lado de los ángeles, enfrentando al señor de cañones, los balcones de Venezuela están llenos de gente gritando: esta es mi lucha, y juntos nos enfrentamos por alcanzar la verdadera libertad.