“Esto parece zona de guerra, hay destrozos por todas partes”, expresó, este miércoles, una vecina de torres del Saladillo, tras los disturbios registrados en el complejo residencial en horas de la madrugada, lo que ha mantenido el tráfico paralizado por la avenida Padilla, congestionando todo el casco central de Maracaibo.
La avenida, que había sido despejada durante toda la semana por efectivos de seguridad, tuvo que ser cerrada nuevamente por grupos que, desde las azoteas de los edificios, lanzan objetos y afectando la seguridad de los conductores por la zona. Los accesos a las torres del Saladillo permanecen cerrados.
Este miércoles se cumple un mes de los hechos que se han venido registrando en varios estados del país y que han dejado al menos 23 muertos y 300 heridos.
Una vecina del conjunto residencial narró cómo se viven los disturbios: “Pasada la medianoche de este miércoles los vecinos de las torres verde y roja comenzaron a cacerolear (…) Rato después comenzaron a lanzar fuegos artificiales desde la azotea (…) Luego se metieron a la torre verde haciendo destrozos, se escuchaba gente gritando, sollozos, gente corriendo”, describió.
“Esta mañana se formó todo otra vez porque los que están con los disturbios, que también son vecinos, no nos dejaban salir de los edificios, yo iba a trabajar, otro vecino me iba a dar la cola, y tuvo que saltarse una cerca para poder salir del complejo hasta el estacionamiento para poder buscar su carro”, agregó.
Desde la torre Barcelona (azul), otra vecina narró que “desde las 4:00 de la madrugada comenzaron a lanzar perdigones, rompieron los vidrios de la torre verde, en el sitio hay hasta sangre de los que rompieron los vidrios de las puertas del edificio (…) En ese momento los que están con los disturbios comenzaron a cerrar los portones para que no siguieran entrando policías y desde las azoteas lanzaron molotov (…)”, indicó una vecina de la torre Barcelona.
“Tienen tomado el sótanos de los edificios para esconderse (…) Los accesos al complejo residencial están cerrados, yo tuve la suerte de salir por el acceso que da hacia la Basílica en un ratico que lo abrieron, pero todo eso está cerrado”.
“Algunos apoyan a los que están protestando, la mayoría no apoyamos eso, no nos dejan dormir, no hemos podido dormir estos días, eso no es tranquilidad para nadie, no tenemos paz ni tranquilidad (…) Queremos que dialoguen con los policías”, expresó.
Otra vecina afirmó que “los policías se metieron en el estacionamiento, obligaron a que abrieran los portones, esposaron al vigilante y partieron los vidrios de varios carros”.
“En la madrugada además de perdigones lanzaron bombas lacrimógenas, esto es horrible, no podemos ni respirar bien, siempre ando con fatiga (…) Esto parece zona de guerra, hay destrozos por todas partes”.
Efectivos antimotines responden a esta reacción de los grupos ubicados en el interior de las torres. No hay paso en esa zona.