El Tren del Norte sufre dos bajas

La Policía científica ultimó a dos miembros de la banda El Tren del Norte ayer en la madrugada. A “Robert Lamborghini” lo emboscaron en una calle no identificada del barrio Brisas del Sur, cerca de la Circunvalación 1, a las 3.00 de la mañana de ayer. Allí vivían él y varios de sus compinches, que en julio de 2012 fueron detenidos como sospechosos del asesinato de dos funcionarios de Polimaracaibo en la urbanización Isla Dorada. laverdad.com

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Para esa fecha, los supuestos sospechosos delataron a “Robert” como el autor material del homicidio contra los oficiales Omar Niño y Andry Navas. Desde entonces Ferrer es buscado por las autoridades nacionales. Ayer lo encontraron cerca de su casa. Los voceros de la Policía científica informaron que el sujeto se resistió a su detención y abrió fuego contra la comisión. Lo llevaron herido al Hospital General del Sur, pero murió minutos después de su ingreso.





Las autoridades dieron pocos detalles del muchacho. Las fuentes policiales confirmaron que “Robert” formaba parte de la banda El Tren del Norte y tenía fuertes vínculos con Edwin Soto, expram de la cárcel de Sabaneta y ahora preso común en la penitenciaría del estado Aragua, Tocorón.

El nombre de Robert Alejandro Ferrer Mejías, de 24 años, salió en las últimas páginas de los periódicos locales después que, junto con otros dos, se disfrazara de miembro de una operadora de cable para asaltar las residencias de la isla Sotavento, en el conjunto llamado Isla Dorada. Allí les disparó en la cabeza a los funcionarios que patrullaban la zona desde hace una semana después de las múltiples denuncias de atracos a sus pobladores.

Ya identificado, el occiso se escondió en la cárcel de Sabaneta, usando el centro de reclusión como guarida de delincuentes. Estaba amparado por el líder del área de Penal y las autoridades se quedaron con los brazos cruzados para entonces porque no lograron sacarlo de sus pasillos.

Tres meses después, en octubre, al “Robert” lo capturaron en un asentamiento campesino del municipio Heres, en el estado Bolívar. Ya estaba solicitado en Maracaibo por este doble asesinato, pero lo internaron en la cárcel de Villa Hermosa, el reclusorio oficial de esa región. De allí se fugó en una fecha no determinada y regresó a Maracaibo. Al momento de su deceso tenía una cédula de identidad que lo identificaba como Elio José Rojas Torres.

Los oficiales ya sabían que estaba aquí. Los voceros de la Policía científica justificaron el enfrentamiento asegurando que la orden es acabar con el robo y hurto de vehículos. Dejó claro que no fue un ataque por la muerte de los dos funcionarios. Este sería, entonces, el segundo gran capo del robo de carros en la ciudad después que el entonces jefe en Maracaibo de la Policía científica, Gustavo Hernández, liderara la comisión que abatió a un delincuente en el sector Haticos y a quien se le atribuía el robo de al menos siete carros al día.

Otro del tren

Justo a esa hora, a las 3.00 de la mañana, una comisión de la Brigada contra Robo y Hurto de Vehículos vigilaba los pasos de Astolfo de Jesús Balzán Ferrer, de 21 años, quien había llegado en horas de la noche del martes a la discoteca Fever de la avenida 14 de Maracaibo. Salió en un taxi. Los funcionarios aseguran que acostumbraba a llegar a ese establecimiento a vender estupefacientes.

La comisión siguió el taxi hasta el sector Belloso, cerca de la venta de pastelitos. Allí, al bajar, se enfrentó a la comisión y también le dieron de baja. Pese a que fueron dos comisiones distintas en distintos procedimientos, los oficiales confirmaron que se trataba de dos miembros de El Tren del Norte. Al parecer, el “Astolfito” perteneció al “carro” de Hugo Rico, apodado el “Kike”, quien se encuentra recluido en la cárcel de Santa Ana de Coro, estado Falcón.

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Tras la pista

La Policía científica sigue tras la pista del “Carlitos la Estrella”, el “Marlon Cabeza ‘e Patilla”, el “Leíto”, el “Darwin Wuawuao” y el “Gordo Samuel”, líderes de las bandas de ladrones de carros, extorsionadores y cobravacunas en las parroquias Coquivacoa y Juana de Ávila de Maracaibo.