José Miguel Insulza, chileno, luchador civil contra la dictadura de Augusto Pinochet, hoy se ha convertido en el enterrador de la Organización de Estados Americanos. Desde su oficina, a la distancia de lo que ocurre en el país, porque el propio gobierno de Hugo Chávez, y ahora el de Nicolás Maduro, han negado sistemáticamente la presencia de cualquier misión de observación de ese ente multilaterales en el país, Insulza ha hecho suya la peregrina tesis que los gobiernos electos en elecciones, de dudosa transparencia en el caso venezolano, son democráticos en su desempeño. Nicolás Maduro gobierna por decreto, anulando así, no solo la labor originaria de la Asamblea Nacional, sino también ha venido acumulando un voluminoso expediente de violaciones a la Constitución Nacional. El más reciente, el uso de bandas paramilitares, que actúan impunemente en contra de la población civil desarmada. Los testimonios sobran, porque precisamente en el siglo XXI la población se ha defendido grabando, la represión, golpizas e incluso los asesinatos de estudiantes que protestan. Quedará en la conciencia de José Miguel Insulza, la ausencia de la labor no cumplida para el registro de la historia. (LP)