Tras el acuerdo de liberación de precios de los jugos, entre el Gobierno nacional y las fábricas, los panaderos de Maturín han empezado a tomar decisiones en cuanto a la inversión y así mantener sus comercios.
“Los jugos aumentaron más del doble del precio, por eso esta semana cuando hice el pedido, en lugar de comprar las habituales 15 cajas compré dos, hasta que el consumidor se acostumbre, ya que han bajado las ventas, porque ahora una garrafa, que es el envase de dos litros, pasó de 22 bolívares a 48”, explicó Bernardo Marín, propietario de una panadería.
Además, la escasez de harina, manteca y azúcar, obliga a los comerciantes a adoptar estrategias para mantener una producción que satisfaga la demanda, con precios que no repercutan en la venta.
“Este año, sólo he recibido 100 sacos de harina a precio regulado, 50 en enero y 50 en febrero. El resto lo compro en el mercado negro, porque en mi negocio se gastan seis sacos diarios, aún estoy esperando este mes”, dijo Hermán Pérez.