Pablo Aure: Dictadura pura

Pablo Aure: Dictadura pura

thumbnailpabloaureEl que piense que esa definición no encaja perfectamente en lo que hoy vive nuestro país, simple y llanamente es porque le importa bien poco la patria o a lo mejor recibe una jugosa prebenda que le hace cerrarse al entendimiento. Otra razón puede ser la indiferencia que brota de la supina ignorancia. Venezuela vive a todas luces una de las más cruentas dictaduras de todos los tiempos, y lo peor es que se trata de una dictadura comunista, corrupta, ineficiente y traidora, que ha entregado las riendas -y la riqueza- de los venezolanos a una nación extranjera.
Una dictadura que no tolera el pluralismo de las ideas y emplea el garrote y la fuerza militar de manera abusiva, arbitraria y criminal, en violación flagrante de la Constitución, sin el más mínimo respeto por los derechos humanos. Las circunstancias le obligan a ser así ya que de lo contrario caería y se desvanecerían los suculentos negocios que sus dirigentes agencian. La vida o la libertad de los adversarios (para ellos enemigos) no tienen ningún valor, por esa razón a menudo terminan llevándolos al paredón.
Por lo general los dictadores, al igual que cualquier banda delictiva, cuentan con una corte de alabarderos para hacer el trabajo sucio. Acusan, denuncian e insultan a destajo, haciendo ver que lo hacen en defensa de un ideal, pero todo el mundo sabe que, en verdad, son tarifados.
Los dictadores son cobardes por naturaleza. No pueden ser valientes quienes teman a las ideas del contrario. No las confrontan con argumentos sino con fusiles y cañones, aunque también las intentan silenciar con las mazmorras. Para ellos, no es difícil enviar a la cárcel a los que elevan la voz, porque también cuentan con el aparato represor tanto en las calles como en los tribunales. Poseen un staff de funcionarios de baja ralea que amparan toda clase de tropelías a cambio de contratos y canonjías.
La historia ha demostrado que al caer las dictaduras esos personajes pagan con todo el peso de la ley, junto a los manipuladores de la justicia al servicio del tirano. Por lo general, los dictadores huyen, como también lo hacen (y lo están haciendo) quienes han acumulado grandes sumas de dinero por actos delictivos. Así pasó en la anterior dictadura, la de Pérez Jiménez (aunque hay que guardar distancias: esa, aunque fue una detestable dictadura militar, trajo cierto progreso y seguridad a los venezolanos, y además no nos traicionó permitiendo la injerencia de nación extranjera alguna.
Mercenarios
En la Venezuela de hoy, quienes dirigen al régimen no solamente se valen de grupos armados uniformados -militares o agentes de policías- sino que contratan mercenarios dispuestos a matar.
Fotografías, testimonios y videos dan fe de ello. Están identificados esos malandros que intervienen en las macabras operaciones, así como la estrecha relación que guardan con quienes ejercen el gobierno. En Valencia sobran las evidencias de los pistoleros, verdaderos paramilitares al servicio del gobernador. Con el horrendo asesinato de Génesis Carmona y la masacre de La Isabelica quedó más que descubierto.
Invito a identificar a todas las personas que aparecen en los videos y en las fotografías tomadas el día 18 de febrero en las inmediaciones de la Av. Cedeño, algunas disparando armas, otras con cohetones, así como quienes las dirigían antes y durante el “contraataque fulminante”. En gráficas se aprecian algunos motorizados reunidos con uno de los funcionarios del gobernador Ameliach, y en otras, asistentes de concejales lanzando cohetones. Pero, “sorpresivamente”, las investigaciones que llevaba la fiscalía acá en Valencia, ahora fueron remitidas a Caracas. Cincuenta días del “contraataque fulminante” con fotos y videos de los asesinos, y todavía no hay imputación de los pistoleros. Igual que “Puente Llaguno”
Para los compiladores
Como la semana pasada el gobernador de Carabobo me demostró que tiene un equipo encargado de compilar lo que escribo en mi cuenta twitter @pabloaure en mi blogwww.pabloaure.blogspot.com y en esta columna ¡Hasta cuándo! los días lunes en El Carabobeño, pues envió a uno de sus alabarderos a denunciarme. Aprovecho la ocasión para decirle que no me retracto de nada de lo que he escrito, sino por el contrario ratifico esos comentarios. Por ejemplo estos tuits: “gobierno está minado de choros, asesinos e incapaces… único diálogo es su rendición y luego enjuiciarlos! Demócratas no se rinden… fuerza”, o este otro: “¿El Diablo proponiendo mesas de paz? Y lo peor es que hay necios que piensan engañarnos. El primer paso para la paz es la renuncia de todos”.
O expresiones en mi columna ¡Hasta cuándo!: “Muchos cuando escuchan la palabra rebelión se erizan, se preocupan, pareciera una palabra antidemocrática, cuando en realidad no debe ser visto así (…) Rebelarse es el más sagrado de los derechos y el deber más indispensable (…) la tolerancia tiene un límite” “(…) no estamos en democracia. Tenemos una dictadura de nuevo cuño que día a día nos cercena nuestros derechos (…) Sin elecciones limpias, porque el árbitro no es confiable, como tampoco lo es el Poder Judicial” (…) “las cosas no andan bien y en cualquier momento se puede producir un reventón”. “No hace falta tener la bola de cristal para predecir lo que viene. Maduro está de salida, y Ameliach también(…)
Amigos lectores, esa y otras expresiones parecidas son las que el gobernador utilizó para denunciarme. Su atolondrado deseo de encarcelarme no es nuevo; antes ya había embaucado a Nicolás Maduro haciéndole ver que yo era el jefe de tres bandas de paramilitares y que los entrenaba en la UC, también hizo caer por inocente al comandante del CONAS quien con un contingente militar allanó mi casa la madrugada del 6 de marzo buscando armas de guerra. Ahora manda a uno de sus funcionarios a la Fiscalía del Ministerio Público para hacer el ridículo. Podrá seguir incomodándose el gobernador, pero todo lo que ha utilizado para denunciarme es lo que pienso y lo escribo. ¡Es mi derecho a expresarme y no permitiré que ni él ni  nadie me lo arrebaten!
Denuncia bufa
Mi recomendación como profesor de Derecho a los que se prestan para estas actuaciones temerarias: busquen un abogado que sepa de Derecho y no de saltos de talanqueras. Que entienda y lea lo que significa la libertad de expresión. No a cualquier saltimbanqui de la política, comerciante, truhán y vividor de los distintos gobiernos regionales. Que sepa al menos que los supuestos ataques a una autoridad nadie los puede denunciar por la víctima. Pues bien, señor gobernador, esos supuestos delitos por los cuales usted me mandó a denunciar -que, creo, son el de rebelión, instigación a la insurrección, ofensas a las autoridades de gobierno, ofensas a autoridades locales, instigación a delinquir, así como ataques de manera descarada hacia la investidura del Gobernador del Estado Carabobo- solo están en su imaginación cuartelaría y dictatorial. Recuerde que usted ganó unas elecciones para gobernar un estado, no para ser jefe de un cuartel.
Ni en la calle ni en los tribunales
Recordando a mi amigo Orel Sambrano quien desgraciadamente fue víctima de la intolerancia resultando vilmente asesinado por sus comentarios, confieso que no me gustaría toparme con el gobernador de Carabobo en la avenida Cedeño, ni, por los momentos, en los Tribunales, en esos espacios él actúa con premeditación y alevosía.
Vendrán tiempos mejores en los que blancos, rojos, amarillos, azules, verdes etc. nos sintamos protegidos por las calles, también se respetará el derecho y se impartirá justicia en los Tribunales de mi país. Luchemos para que eso sea una realidad; juntos y decididos lo lograremos. ¡Basta de dictadura y que viva la democracia!
@pabloaure