Orlando Viera-Blanco: ¿Dónde caerá Maduro?

thumbnailorlandovierablancoRecientemente fue publicada la encuesta Venebarómetro por el IVAD, sobre un muestreo polietápico-estratificado de 1.200 entrevistas en hogares, del 21 al 30-03-14. De entrada, el estudio arroja dos perlas: 55% por ciento de los venezolanos creen que vivimos en una dictadura, y otro 52% se inclinaría a la renuncia del PR, por un cambio de gobierno. Lo interesante es que en estas mediciones, el chavismo no-madurista, se pronuncia.

1.- Gestión y evaluación económica

El 69.7% de los venezolanos tiene una percepción negativa de la situación del país y un 71% califica como mala a la economía. Como responsables de la situación económica aparecen: 16% empresarios; 8,8% EEUU; 6% Fedecámaras; 5% comerciantes y 51% el gobierno de Maduro. Resulta significativo como un 25% se mantienen neutrales (indiferencia, desinterés o miedo)… Se observa una elevada percepción negativa de quienes dicen llamarse chavistas (46%), lo cual no se registraba en tiempos de Chávez. También el chavismo culpa a Maduro del mal manejo de la economía (48% de chavistas encuestados), responsabilidad que antes descargaban en cabeza de los Ministros del comandante. La tendencia creciente a poner la mirada sobre las destrezas (o torpezas) administrativas de Maduro, estaría socavando los sistemas de lealtades del chavismo. Hoy podemos hablar de una división, donde no-todo-chavista es madurista. Esto representa un quiebre visible del chavismo moderado. Un 76% de los venezolanos no acataría un llamado de Maduro a la calle a defender su gobierno, siendo que casi la mitad de la población chavista, tampoco lo haría. Esto explica la tendencia represiva y radical de Maduro, pero es a su vez su gran drama, porque lo desnuda como jefe de un Estado policial.





2.- Protestas, miedo y barricadas

52% rechaza las protestas, siendo que un 63% las aprueba si son pacificas y justas. El 71% de los venezolanos teme a un estallido social, siendo que un 62% piensa que ese estallido seria provocado por un clima protestatario derivado de la mala gestión de gobierno y la crisis social. Una mayoría de la población está diciendo no apoyamos la anarquía, no aprobamos protestas violentas, pero no vemos otra salida, que la presión de calle… El movimiento estudiantil goza de un 63% de respaldo para liderar esas causas. El miedo provocado por protestas incontenibles, está generando en el chavista una disyuntiva: o apoyo a Maduro a cualquier costo o me aparto para asegurar estabilidad. Esta variable -temor a un estallido social-devenido de la ineptitud, la represión y el sectarismo político, estaría pulsando migraciones del chavismo y desprendimiento de preferencia política y lealtad militante. Un sector grueso del chavismo (43%), teme perder privilegios alcanzados, es decir, resiente de la situación económica y la inestabilidad social. Y prefiere no-defender a Maduro y buscar otra opción de paz, trabajo y tranquilidad, que aferrarse al mandato revolucionario de Chávez. En otras palabras: Maduro, te queremos hermano, eres el “hijo de Chávez”, pero mejor apártate del poder, porque no nos estás dejando ni vivir, ni comer…Habría que agregar que ese chavismo critico, no está necesariamente en la búsqueda de una alternativa opositora, sino de un jugador en su propio bando. En este escenario, Diosdado juega posición adelantada. En la muestra, la agenda de los principales problemas del venezolano son: la escasez; la inseguridad; la inflación; el desempleo y la inestabilidad política. Sólo la mitad de la población estaría dispuesta a salir a protestar por estas causas, lo cual advierte de un letargo insistente de la otra mitad, donde la neutralidad, la apatía o la indiferencia, dan vida al chavismo sin Chávez (y sin Maduro)…Lo que si queda claro es que la gente reclama un cambio. Hoy un 42% se califica de oposición (dividida también por mitades entre Capriles y López/Machado), 38% chavistas y 19% neutrales. La tendencia es de rechazo creciente a Maduro, lo cual esta registrando debilitamientos de lealtades y a una división palmaria en sus filas.

3.- Polarización y miedo en el chavismo

La mitad de los chavistas no-estarían dispuestos a acatar un llamado de Maduro a defender su gobierno. Un 54% de la población lo responsabiliza del mal manejo de la economía. Un 30% del chavismo reconoce violación a los DDHH y censura a los “colectivos” o bandas armadas. Un 48% de base oficialista ve la gestión de gobierno como muy mala, mala o regular y un 61% del chavismo cree que habrá un estallido social. Lo anterior registra una división del chavismo entorno a Maduro, que estaría dispuesto a quitarle su apoyo por temor a un desbordamiento civil. Sin embargo un mensaje ambiguo de la oposición, nutre la neutralidad y frena la captación del chavista decepcionado. La MUD aparece en el sótano de la encuesta como el “operador político” de menor prestigio. En conclusión, pueblo y sociedad civil, le pasan por encima a Maduro, a Capriles y a la MUD. El tema es dónde caerán…

4.- El Dialogo.

El dialogo es una herramienta fundamental en política que debe utilizarse cuando es serio, sincero y plausible. Ello quiere decir que exista interés real de las partes en celebrar acuerdos y obtener resultados, porque entre otras cosas creen en su palabra y confían que lo ofertado es realizable. Ni la MUD cree en Maduro y su gabinete o aliados, ni viceversa. La inquina es viceral e indisimulable. El dialogo no es serio porque en medio de “la conversa” se insultan por twitter y en la calle reprimen al pueblo. No es sincero porque todos saben que están ahí representando intereses propios y no los que pretenden intitular. LA MUD hoy es el operador político de menos prestigio y no representa la protesta porque no cree en ella, nunca la apoyo y no esta en su agenda. El dialogo no es plausible, porque no tienen capacidad de celebrar acuerdos que se puedan cumplir, siendo que nadie les obedecerá. Ni la protesta se acabara por orden de Aveledo, ni Maduro liberara a Simonovis o Lopez, o decretara amnistía, sin permiso de Fidel o sus colectivos. El diálogo no lava la cara a nadie. No a gobierno ni a oposicion. Por el contrario. La enloda, porque hoy ambos están divorciados del clamor popular que reclama cambio, estabilidad paz y democracia real (71%). El dialogo no fue tal, en la medida que no comporta intercambio de conocimientos, debate a fondo, concesiones honestas. Es un dialogo hipócrita, insulso, utilitario, sin sentido de consenso, lo cual lo hace idiota (Savater), sin trascendencia política y al servicio del narcisismo de sus actores. En conclusión ese diálogo feneció la noche del jueves, puso al descubierto a la MUD y al gobierno, actuando de la mano con sus agendas soterradas y se puso a espaldas de una opinion publica que reclama un juevo gobierno en el que se asegure la vida de la gente, se disipe la fractura social, la lucha de clases y podamos encontrar un café, para beberlo juntos, sinceramente.

¿ Donde caerá Maduro? En la historia. En la de un hombre que en un mal momento, se encontraba en el sitio equivocado con la gente equivocada, él incluido, y con un poder que no le tocaba; y que teniendo el histórico compromiso de pacificar y unir un país, no tuvo ni la aptitud, ni la nobleza, ni la voluntad de hacerlo. Y caerá derrotado.

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