“Para nosotros, el doctor ya es el Santo de los pobres”

“Para nosotros, el doctor ya es el Santo de los pobres”

Un milagro certificado solicita la Iglesia para culminar el proceso de beatificación y canonización del doctor José Gregorio Hernández. eltiempo.com.ve / Laura Castro

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Desde que se abrió la causa, en 1949, por iniciativa del entonces arzobispo de Caracas, monseñor Lucas Guillermo Castillo, muchos han manifestado haber recibido favores de este médico que para el día de su muerte ya era considerado uno de los más caritativos del país.





No pocos venezolanos consideran que el trujillano ya es un santo, “El santo de los pobres” para ser exactos, pero la Iglesia católica sigue los métodos formales y busca un testimonio de curación que sea admitida por la Santidad de Roma y que permita elevarlo a los altares.

Con un pronunciamiento afirmativo del Vaticano, se inscribiría en el canon o lista de los santos de la Iglesia, se le asignaría un día de fiesta para la veneración litúrgica y su nombre podría ser asignado a iglesias católicas.
Sanados

Algunos lo entienden pero otros no hayan razón para “tanto protocolo”. “Él ya debería ser un santo. Hay demasiados milagros e historias. Para nosotros ya es el santo de los pobres”, opina Yamileth Rodríguez, portocruzana de 40 años que asegura deberle la vida de su hija al “Siervo de Dios”.

“Le diagnosticaron leucemia hace cinco años y mi mamá se pegó a José Gregorio. Le hicieron muchos exámenes y siempre salían positivos, pero de la noche a la mañana había sanado. Los médicos no me dieron una razón científica. La evaluaron aquí y en Caracas y me dijeron que se había curado”.

Los síntomas eran evidentes y poco esperanzadores para Yamileth y su pequeña. “Se le bajaron los glóbulos rojos, sangraba y en ocasiones se desmayaba. Le diagnosticaron dengue, luego lupus y por último leucemia. Ahora dicen que sólo es anemia leve. Una tía que trabaja en un laboratorio puede dar fe de que mi hija padecía ese mal y que ahora está sana”, agrega.

Yamileth comunicó del hallazgo a los párrocos de algunas iglesias, pero no trascendió por falta de pruebas. “No tengo cómo comprobarlo pero mi familia y yo estamos seguros de que fue él. Siempre le pido y le agradezco”, afirma tras asegurar que el de su hija no es el único milagro que conoce.

Cuenta que el hijo de su madrina Agripina tuvo un accidente hace unos 20 años. Se cayó, se rompió la cervical y, según ella, él intercedió en la operación. Lo que más la sorprendió fue haber visto reflejada la imagen del doctor en una de las radiografías. “Se veía clarito, de la cintura para arriba, con flux, corbata y bigotes. Era él porque yo lo vi”.

Agripina confirma el relato y lamenta haber extraviado la placa que durante años guardó como evidencia. “Su imagen estaba en la placa y también lo vi parado cerca de la cama de mi hijo, en el hospital. Al verlo me arrodillé y le recé un padrenuestro. Mi hijo también lo notó y desde entonces es ferviente devoto. Le prende velas todos los lunes.

Yo le digo que lo haga los viernes porque es el día de alumbrar a los santos y no los lunes, que se dedican a las ánimas, pero él no me hace caso.

De cualquier manera lo importante es que le agradezca”, comenta Agripina, quien a pesar de reconocer que ignora buena parte de la vida y obra del Dr. José Gregorio, afirma que fue muy bueno con los pobres. “Mi fe hacia él es infinita. Le pido por mi salud y la de mi familia porque a mí también me ayudó hace un año a superar un infarto”.

234 curaciones

Tanto Agripina como su ahijada dicen que en sus oraciones piden porque la causa del Dr. José Gregorio Hernández sea aceptada. Ellas no lo saben, pero en 2013 llegaron 234 reportes a la oficina que lleva la lista de las personas que aseguran haber sido bendecidas por el médico.

Manuel Guzmán, galeno del Hospital Vargas de Caracas, explicó en una entrevista a EFE que “para definir un milagro tiene que tratarse de un hecho extraordinario, definitivo y no explicable por la ciencia”.

Y eso precisamente es lo que busca la Conferencia Episcopal Venezolana, que ha dicho que el doctor José Gregorio es un ilustre venezolano, médico, profesor universitario y cristiano ejemplar. Una de las personas más conocidas y queridas de Venezuela, cuya fama ha desbordado las fronteras.

La Vicepostulación venezolana ha presentado a la Congregación de las Causas de los Santos dos presuntos milagros. Estos fueron estudiados, uno en 1986 y otro en 2009.

Lamentablemente no cumplieron las exigencias requeridas por esa congregación para ser reconocidos. Su título de venerable le fue otorgado el 16 de enero de 1986 por el papa Juan Pablo II.

Un milagro

La Iglesia decidió iniciar este año, en coincidencia con el 150° aniversario del nacimiento del médico, una cruzada para hallar el milagro definitivo que lo lleve a la beatificación.

El arzobispo de Caracas, Jorge Urosa Savino, activó en enero una Comisión Nacional para la Celebración de esta fecha, que tiene entre sus objetivos compilar la mayor cantidad de favores para dar con el indicado y presentarlo a la Santa Sede. El 11 de enero Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) decretó el 2014 como el Año Sesquicentenario de “El Venerable”.

Total

La CEV ha informado que para que una curación sea admitida como milagro, debe ser instantánea, total y sin explicación científica. No aplican curaciones sorprendentes cuando se han aplicado tratamientos médicos. Además, se amerita que los allegados al enfermo hayan invocado expresamente la intercesión exclusiva del Venerable.

Quienes conozcan un milagro pueden entregar los datos a párrocos o directamente a Fernando Castro, Obispo Auxiliar de Caracas (la Iglesia de la Candelaria o en el Palacio Arzobispal, ambos en Caracas). También se puede enviar al correo: Arzobispado de Caracas, Apartado 954, Caracas 1010 A o por el correo electrónico [email protected].

Requisitos

El proceso de canonización se inicia con la presentación de documentos y, como condición sine qua non, testimonios de personas que conocieron al posible santo. Se envían los recaudos a Roma. El expediente es revisado por las comisiones Teológica, Histórica y Médica.