Muffins y cupcakes, parecidos pero no iguales

Muffins y cupcakes, parecidos pero no iguales

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Nos encantan los muffins…, adoramos los cupcakes… ¡Podemos decorar un muffin como un cupcake!, pero la verdad es que estos tienen sus diferencias, aunque ambos sean excelentes meriendas o postres, cada uno tiene su toque especial que los hace únicos, aprende a reconocerlos. Cocina y Vino

Los cupcakes, o porquecitos, como son llamados en Venezuela, han tomado protagonismo durante los últimos años, ya que gracias a la creatividad que se puede desarrollar con ellos, estos se adaptan a cualquier ocasión, sea como regalo, sustitutos del pastel de cumpleaños, meriendas o emprendimiento gastronómico.





Aunque la preparación de ambos se basa en los mismos cuatro ingredientes principales (harina, mantequilla, huevos, azúcar) y los dos pueden adaptarse a ingredientes salados, los cupcakes son más dulces y suelen utilizarse como un pastel de satisfacción individual, teniendo la posibilidad de rellenarse, decorarse con azúcar glass, espolvorearse con chispas de colores y presentarse en capacillos de colores, podría decirse que estos son de personalidad festiva y atrevida.

Los cupcakes, o pastel de taza como se traduce literalmente, son de origen estadounidense, llamados así porque inicialmente eran hechos en una taza de café pequeña, especialmente diseñados para una sola porción, hasta que llegaron los capacillos; en algunas regiones se les conoce como pastelillo, magdalena, ponquecito o mantecado.

Por su parte, los muffins suelen tener una consistencia más gruesa, su masa puede estar integrada con frutos secos, semillas y hasta trozos de queso, son de sabor semidulce y no se decoran, también son de rasgos más fuertes que el cupcake, ya que son más grandes y rústicos, los más adaptables a preparaciones integrales con cereales enteros o en copos.