Liberar a Simonovis conservaría tradición humanitaria de izquierda

Liberar a Simonovis conservaría tradición humanitaria de izquierda

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En su apartamento -que no es su residencia personal sino una suerte de “concha” de trabajo en una zona de clase media cercana a Petare, donde se reúne con sus colaboradores y éstos pueden dormir allí si los alcanza la madrugada- William Ojeda ordena sobre una mesa libros sobre marxismo, comunismo, socialismo y cuantos ismos de izquierda se han producido. El Tiempo

Está afanado en estudiarlos a contrarreloj, de cara al próximo congreso ideológico del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv), en el cual tiene una silla asegurada por su condición de diputado a la Asamblea Nacional, lejanos ya sus resquemores con todo lo que oliera a chavismo.





Aún así, no son pocos quienes lo miran con desconfianza política, “letra escarlata” marcada a fuego en los conversos recientes. Él prefiere ser recordado como el constituyente más joven (tenía 27 años en 1999) que firmó la Constitución Bolivariana.

Como todo ser humano a quien Adonis no sopló sus dones, es extremadamente cuidadoso con su imagen personal. Guarda en su cartera una fotico en color, aparecida en un diario hace siete años, que no le favorece. La muestra para explicar “cómo no se debe salir”. Dios en lo alto sabe que le asiste completamente la razón.

-El diálogo que prosigue en Miraflores tiene una piedra de tranca difícil de sortear por gobierno y oposición: la amnistía política propuesta por esta última. ¿Cuál es su posición?

-Sostengo que hay que llegar a un punto de equilibrio.

-Eso es, justamente, a lo que ninguno de los lados quiere llegar. Han convertido en un punto de honor no ceder en sus respectivas posiciones.

-Para conquistar el acuerdo, debe cederse en algún margen en las posiciones que uno tiene. Estoy seguro de que el gobierno nacional tiene la plena disposición de alcanzar acuerdos en bien del país.

-Pero el presidente Nicolás Maduro dijo enfáticamente, refiriéndose a la solicitud de amnistía de la oposición: “Vienen al diálogo a buscar impunidad”. ¿Usted es partidario de otorgársela al único comisario que queda tras las rejas?

-Una cosa es impunidad, con lo que no estamos de acuerdo porque le hace daño a la nación, y otra cosa son medidas humanitarias en los casos concretos en que estas procedan. José Vicente Rangel se pronunció clara y abiertamente en favor de una medida humanitaria puntual para el comisario Iván Simonovis, por ejemplo. También hizo lo propio Fernando Soto Rojas en un conversatorio que promuevo sobre el socialismo, llamado “Un mundo mejor es posible”, en el que habló de la tradición humanitaria de la izquierda. Estoy de acuerdo con ellos.

Para leer la entrevista completa El Tiempo