La censura en Venezuela arremete contra el humor

La censura en Venezuela arremete contra el humor

La purga en los medios de comunicación venezolanos sigue. Debilitado por una crisis económica pertinaz y las pugnas internas del chavismo, el Gobierno de Nicolás Maduro parece haberle asignado prioridad máxima al silenciamiento de voces disidentes que desde las tribunas públicas puedan soliviantar los ánimos de la población. Pero la razzia, hasta hace poco limitada al castigo de espacios informativos y periodistas, ahora extiende su alcance, así lo informó ABC.

Ewald Scharfenberg/ABC

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La noche del martes, una serie policial estadounidense salió al aire en el horario acostumbrado del humorista Luis Chataing. El programa de medianoche, que seguía el formato de late night show, formaba parte de la oferta del canal Televén desde 2012. Pero la televisora decidió cancelarlo de manera súbita. “Me dijeron ‘Esto no aguanta más, ni siquiera puedes salir esta noche’”, relató Chataing el miércoles en un programa radial de entrevistas.

El humorista, de 47 años de edad, es una de las figuras mediáticas más reconocidas entre las clases medias urbanas de Venezuela. Empezó su ascenso hace años en un programa matutino de radio que todavía mantiene, pero su ingenio y sorna le catapultaron al teatro, el stand up comedy, la publicidad –ha servido de portavoz para numerosas marcas- y, finalmente, la televisión. Con el tiempo sus viñetas humorísticas se fueron cargando de crítica política, hasta convertirse en un incordio constante para el Gobierno.

Su programa se transmitía por Televén, canal privado fundado en 1988 por Omar Camero Zamero, un empresario vinculado al Gobierno de entonces del presidente socialdemócrata Jaime Lusinchi. Con esas credenciales, para sobrevivir bajo el chavismo la televisora apostó a una arriesgada astucia de equilibrista: mientras transmite todas las semanas el programa de José Vicente Rangel –exvicepresidente y ministro de Hugo Chávez, y eminencia gris del oficialismo-, daba cabida a conceptos como el de Chataing o a las producciones dramáticas y de variedades de RCTV, el canal que en mayo de 2007 el Gobierno cerró tras medio siglo de actividades. Ese margen, sin embargo, se agotó.

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