Lo “fueron” el mismo día que a Chataing. Una patada en el trasero.
La falacia de la lucha entre pragmáticos y dogmáticos encubre el juego de intereses de banqueros de toda laya que movió la defenestración casi en la víspera del I Congreso “Ordinario” del PSUV. En el Congreso anterior, “Extraordinario, se le vio satisfecho, gozoso con su discreta sonrisa de Monalisa cuando el Galáctico anunció rabioso la intervención de cuatro bancos y amenazaba al resto con “acabarlos”.
Aquel día cobró el Monje su victoria contra los banqueros “endógenos”, con cuya denuncia escandalizaba entonces el ahora difunto Luis Tascón. Algunos fueron a la cárcel (Arné Chacón, Barruecos, etc) y otros (Perucho, Sarría, etc) pusieron pie en polvorosa y llegaron a cobijarse en el Imperio. Dicen que en el fondo la pelea del Monje era contra Ramírez, Diosdado y JVR, acusados, entre otros, de ser las “manos peludas” detrás de los “banqueros endógenos”.
Seis años después, con el Galáctico pasado a mejor vida, no hay banqueros presos, no hay “legado” que valga, la economía es un campo devastado, el bolívar “fuerte” es un chiste, la inflación devora al país, la escasez es una plaga, el desempleo llena las calles de buhoneros, mendigos y rateros, el crecimiento del gasto público no logra contener la recesión, no hay medio de comunicación que cante duro, la represión se anota 45 muertos, 170 torturados, 3.200 detenidos de los cuales casi 2.000 tienen “régimen de presentación” y Ramón Guillermo espera porque se “descongele” el diálogo.
Son otros tiempos. A Giordani a lo mejor ni lo veremos mostrarse en el Congreso Rojo ni mucho menos sonreír. A lo mejor Navarro lo acompaña en sus penas. Y mientras en Aporrea pululan las críticas contra el “paquetazo rojo”, Maduro mete el pie en la piscina neoliberal con sus ajustes macroeconómicos que se han quedado en tres devaluaciones sucesivas para ver cuán fría está el agua, bbbrrrrrrr