Panaderías están sobreviviendo ante la escasez de harina de trigo. Ahora limitan la venta de pan a clientes para atender a un mayor grupo de familias y no bajar las santamarías antes de su horario habitual.
Dos canillas o 20 bolívares de pan salado por persona es el límite que están colocando algunas panaderías cuando ven que la harina se le está acabando y no consiguen comprar los sacos.
Muchos recurren a pagar el doble, 1.700 bolívares, para obtener un saco de harina de trigo, esa es la única manera de que las panaderías pequeñas adquieran su materia prima para elaborar solo dos tipos de panes (francés y canilla) porque no se pueden dar el lujo de preparar variedad.
El precio regulado de la harina de trigo es Bs. 480, pero solo la pueden conseguir los que tienen cupos en los molinos (panaderías grandes) y no con la misma cantidad de antes. El despacho llega con menos de la mitad de lo solicitado, pero se quedan callados porque al menos aseguran algo y se evitan desembolsillar tres veces más el valor a revendedores.
Antonio Escalona, de una panadería pequeña de Barrio Unión, expone que limitar la venta es una medida extrema que hacen algunos para mantener las puertas abiertas y vender otros productos, para no llegar a la quiebra.
La gente en la calle está asombrada y a la vez harta de comprar limitado. No consideran justo que ahora las familias grandes o numerosas estén obligadas a consumir menos porque les ponen un tope a sus compras.
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