Asaltan refinería de Irak y gobierno pide ayuda a Estados Unidos

Asaltan refinería de Irak y gobierno pide ayuda a Estados Unidos

asaltan refinería en Irak

Los yihadistas sunitas asaltaron este miércoles la principal refinería de Irak, empujando a Bagdad a solicitar “oficialmente” a Estados Unidos ataques aéreos para aplastar a los insurgentes que en 9 días de ofensiva han llegado a las puertas de Bagdad.

El ministro iraquí de Relaciones Exteriores, Hoshyar Zebari, anunció que su país ha pedido “oficialmente” a Washington ataques aéreos contra los yihadistas.





El presidente estadounidense, Barak Obama, proseguía sus consultas y no excluye ninguna opción con excepción de enviar tropas terrestres.

“El gobierno iraquí pidió ayuda”, dijo el portavoz del ejecutivo Jay Carney.

Por su parte, Irán, potencia regional chiita que apoya al primer ministro, Nuri al Maliki, condicionó cualquier cooperación con Estados Unidos en Irak al éxito de las negociaciones sobre el tema nuclear.

Arabia Saudita, el gran defensor de la causa sunita en el mundo musulmán y enemigo acérrimo del polo chiita dominado por Irán, ya advirtió que existe un riesgo de guerra civil en Irak, que desestabilizaría a “toda la región”.

Los Emiratos Árabes, por su parte, convocaron a su embajador denunciando la política “confesional” de Bagdad.

– Cesar con las campañas mediáticas –

El canciller iraquí, que participaba en una reunión en Arabia Saudita, dijo que había pedido a los dirigentes de este país que “cesen con las campañas mediáticas de incitación” y recordó que algunas “fetuas (de religiosos saudíes) consideran que lo que ocurre en Irak es una revolución”.

Para la mayoría de los expertos, lo que está ocurriendo ahora es consecuencia de la invasión estadounidense de 2003 y de la política confesional de Maliki, cuyo gobierno, en el poder desde 2006, está minado por las divisiones.

“Los estadounidenses desmantelaron las instituciones pero Maliki entrará en la historia como el que perdió partes de Irak”, subraya el analista Ruba Husari.

El general estadounidense Martin Dempsey, jefe del Estado Mayor de los ejércitos, considera que el sectarismo de los dirigentes chiitas ha contribuido al avance de los yihadistas sunitas.

Según él, Estados Unidos advirtió en varias ocasiones a los dirigentes iraquíes sobre los riesgos de excluir a algunas comunidades religiosas.

Vestidos con uniformes militares y a bordo de varios vehículos, algunos robados al ejército, los yihadistas del EIIL lanzaron la madrugada del martes un asalto contra la refinería de Baiji, a 200 kilómetros al norte de Bagdad.

Unos 40 militantes murieron en los combates, y varios tanques de crudo estaban ardiendo.

Los extranjeros de la refinería habían sido evacuados el lunes y la instalación estaba cerrada aunque quedaban algunos empleados iraquíes.

“El ataque contra la principal refinería de Baiji puede constituir una fuente de petróleo para el EIIL (…) pero no suministra petróleo fuera de Irak y el impacto del ataque es probablemente menor de lo que se cree”, dijo Rebecca O’Keeffe, de la agencia de corretaje Interactive Investor.

Responsables estadounidenses aseguraron también que este ataque no tiene impacto en las exportaciones de crudo iraquíes, aunque el país se verá obligado a importar temporalmente productos refinados, pues la refinería producía para el consumo local.

Desde el 9 de junio, los combatientes del EIIL, con el apoyo de partidarios del expresidente sunita Sadam Husein, han tomado el control de Mosul, la segunda ciudad de Irak, de gran parte de la provincia de Nínive (norte), de la ciudad de Tikrit y de otros sectores de las provincias de Saladino (norte), Diyala (este) y Kirkuk (norte).

El miércoles, los yihadistas se hicieron con el control de otras tres localidades del norte.

En un intento de recuperar la iniciativa, el ejército iraquí trata de reconquistar la ciudad de Tal Afar, situada a unos 100 km de la frontera siria, y Mosul, tras haber conseguido repeler a los insurgentes de Baquba (a 60 km al noreste de Bagdad).

“Bagdad es infranqueable”, dijo el miércoles Zebari, aunque reconoció que la “situación es muy grave”.

“La opción militar es insuficiente y reconocemos la necesidad de lograr soluciones políticas radicales”, agregó, en particular, “la formación de un nuevo gobierno representativo”.

Pero pidió el apoyo de los países árabes porque, si “Irak cae bajo la bota de grupos terroristas, ni Arabia Saudita ni los países del Golfo estarán al abrigo de las actuaciones maléficas de estos grupos”, alertó.

Por otra parte, en Mosul, unos 40 trabajadores indios fueron secuestrados, y se suman a otros 80 turcos retenidos por los yihadistas desde la semana pasada.

AFP