Se vuelven a enfrentar los hermanos rivales en el Mundial

Se vuelven a enfrentar los hermanos rivales en el Mundial

HERMANOS

Tal como sucedió en Sudáfrica-2010, los hermanos Boateng volverán a enfrentarse este sábado en Fortaleza, Jerome con la camiseta de Alemania y Kevin-Prince con la de Ghana y éste último, al igual que hace cuatro años, volvió a crear polémica con un agresivo discurso.

El 23 de junio en Johannesburgo se produjo el primer enfrentamiento entre dos hermanos en una Copa del Mundo. Había precedentes de hermanos que habían jugado un mismo Mundial, pero siempre con la misma selección.





En aquella ocasión, el discreto defensa alemán ganó la partida (1-0) al explosivo centrocampista ghanés, aunque el resultado no tuvo trascendencia porque ambos equipos se clasificaron para los octavos de final.

Cuatro años más tarde, el encuentro (en Fortaleza a las 19H00 GMT) se presenta con mucha más tensión, ya que la derrota de los africanos en la primera jornada contra Estados Unidos (2-1) les obliga a derrotar a los germanos (que golearon a Portugal por 4-0) si quieren seguir con vida en el Mundial.

Inseparables durante mucho tiempo, los dos medio hermanos (mismo padre, diferente madre, ambos nacidos Berlín), siguen en contacto permanente, intercambiando mensajes o llamadas telefónicas casi a diario, pero no se han vuelto a hablar desde que comenzó el torneo.

“No nos hemos puesto en contacto por el momento, cada uno se concentra en sí mismo”, admitió Jérôme, el menor de los dos (25 años).

Kevin-Prince, de 27 años, sólo jugó la última media hora contra los estadounidenses y está harto de perder contra Jerome: “Perdí en 2010 contra Alemania, perdí con el Schalke contra el Bayern, ahora es el momento de ganar por fin a mi hermano”, declaró al semanario Sport Bild.

– De sangre caliente –

Los Boateng comparten padre, pero de carácter son completamente diferentes: si Jerome destaca por su discreción y tranquilidad, Kevin-Prince es de sangre caliente, lo que le lleva a cometer excesos, también en sus declaraciones.

“Será como en la Roma antigua. Hay gente en las gradas que están ahí para ver a dos equipos hacer la guerra. El equipo que gane será el que más ganas le ponga. Por eso daremos hasta la última gota de sangre contra Alemania”, ha dicho.

Un discurso demasiado vehemente, pero no es la primera vez que provoca al país en el que nació.

Antes del Mundial-2010 ya creó polémica al estimar que a la Nationalmannschaft le faltaban “jugadores de carácter”, cuando uno de los jugadores con más personalidad en la Alemania de entonces, Michael Ballack, no participó en Sudáfrica tras ser lesionado por Kevin-Prince.

El entonces jugador del Portsmouth inglés destrozó el tobillo del alemán en la final de la Copa inglesa que ganó el Chelsea, con una entrada asesina.

“Tomé consciencia en aquella época de críticas públicas permanentes, un encarnizamiento, que tenía que poner fin, que no hacía más que meterme en el fango. Me concentré mucho más en mi trabajo”, dijo.

Jerome no se ha expresado en términos tan guerreros como su hermano, pero tampoco se ha dejado avasallar: “Al básquetbol, al ping-pong, al tenis o con la Playstation, siempre soy el mejor”.

Aunque también ha mostrado admiración por Kevin-Prince: “No tiene miedo de nada, desborda confianza sobre la cancha. Siempre va hacia adelante, incluso cuando no salen las cosas como quiere. Después de una experiencia desgraciada, reencuentra rápidamente su buen humor”.

¿Quién ganará de los dos, Kevin-Prince o Jerome? El que más claro lo tiene es el padre de los futbolistas: “Ocurra lo que ocurra, saldré ganando”, declaró Prince al diario TZ.

AFP